Capítulo 24 "lo mejor que me pasó"

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Narra Sebastián

Saqué mi mano y dejé que ella lo hiciera, comenzó a mover su mano de arriba hacia abajo sobre mi pene y yo cerré mis ojos. En un momento se detuvo y la miré, ella sonrió para luego las sábanas, volvió a agarrar mi pene pero esta vez lo metió en su boca y comenzó a subir y bajar, metiéndolo y sacándolo de su boca ayudándose con la mano. Volví a cerrar mis ojos, llevé mis manos a la cabeza, esta mujer no puede excitarme más... quiero sentirla, necesito estar dentro de ella.

Estaba a punto de venirme así que la aparte y ella se sentó encima de mí, la agarré de la cintura y entré en ella, Leonor tiró la cabeza hacia atrás abriendo la boca y dejó escapar un gemido, ella apoyó sus manos en mi pecho y comenzó a moverse haciendo que mi pene entrara y saliera rápidamente de ella, los dos no parábamos de gemir y verla así... con la cabeza hacia atrás, los ojos cerrados y la boca abierta, gimiendo, me ponía todavía más duro.
La agarré de los brazos girándola, quedando yo encima de ella y ella rodeó mis caderas con sus piernas, volví a penetrarla pero esta vez más fuerte. Ella se aferró a mí y clavó sus uñas en mi espalda, fui a su boca besándola salvajemente y luego bajé a sus senos, chupándolos con desesperación.

-Así, no pares– gimió

Dejé sus senos y subí a su cuello, aumentaba mis embestidas al mismo tiempo que besaba su cuello e hice una marca en él para después ir a su boca y devorarla.
Estuvimos así hasta que llegamos al clímax y salí de ella, nos tapamos con la sábana y besé su frente

-Leonor.

-Si?

La miré a los ojos y ella a mí

-Te amo– sincero

-Y yo a ti– nos besamos con ternura y luego nos dispusimos a dormir

Al otro día los rayos del sol que me dieron en la cara me despertaron, y vi a Leonor durmiendo de su lado de la cama dejándome ver su hermosa y perfecta espalda desnuda. Me acerqué a ella y besé su hombro, luego me levanté a preparar el desayuno.
Una vez el desayuno listo para los dos subí de nuevo al cuarto y ella seguía durmiendo, dejé la bandeja a un lado y me acerqué; fui besando su espalda hasta llegar a su cuello y sentí como sonrió, se giró y besé sus labios

-Buen día–sonrío

-Buenos días– acaricia mi mejilla

-Traje el desayuno

-Oh– se sienta en la cama

Pongo la bandeja en sus piernas y me siento frente a ella, me quedo mirándola por un momento... jamás pensé enamorarme tanto de ella como lo estoy. Comenzamos a desayunar.
Cuando terminamos me levanté a dejar la bandeja sobre la cómoda y Leonor se levantó, pensé que iba al baño pero casi enseguida sentí sus manos sobre mi espalda y me giré para mirarla. Nos besamos

-Es verdad lo que me dijiste anoche?– mirándome a los ojos

-Que te amo?

-Si

-Es lo más cierto que he dicho en mi vida, Leonor. Nunca pensé que me iba a enamorar tanto de alguien, y te amo, me volves loco– la beso apasionadamente y ella lo continúa

-Gracias.– me abraza y siento como comienza a llorar

-Gracias por qué?

-Por haber aparecido en mi vida, por sacarme aunque sea unas horas del infierno en el que vivo, por ser como sos conmigo.– sigue recostada a mi hombro

Yo acaricio su pelo y le digo al oído

-Sos lo mejor que me pasó– luego me mira y sonrío, limpio sus lágrimas con la llena de mis dedos y vuelvo a besarla tiernamente.

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