Luego de terminar de grabar yo me fui para casa y Leonor fue tras de mí, teníamos que encontrar una manera de que nadie nos viera y por lo visto lo habíamos conseguido. Primero entré yo, al edificio, y entré al ascensor, cuando estaba por cerrarse veo a Leonor caminar hacia acá y entra también luego las puestas del ascensor se cierran.
Yo no me pude aguantar y lo primero que hice fue llevarla hasta la pared y atacar sus labios con desesperación, no la había besado en todo el día estaba muriéndome. Ella sonrió y continuó el apasionado beso, luego nos separamos para recuperar aire y casi enseguida llegamos al piso.
Saqué las llaves de casa y abrí, pasó ella y luego yo. Sonrió y empezó a recorrer la casa con la mirada-Te gusta?
-Es linda– muerde su labio
-No más que vos– me acerco y la agarro de la cintura– qué queres hacer?
-Por ahora tengo hambre– se ríe y nos besamos
-Pido algo
-Por qué no mejor lo cocinamos?
-Bueno...– me río– está bien
-Ok– rodea mi cuello con sus brazos y luego de darnos un apasionado beso se separa y hace un moño con su pelo
Narra Leonor
Luego de un rato de estar cocinando entre risas y yo llena de harina gracias a Sebastián, terminamos la tarta y luego de ponerla en el horno nos fuimos al living
-Te voy a matar, me dejaste llena de harina
-Vos empezaste– se ríe– aparte te queda lindo emblanquecido– se sienta en el sillón y yo me siento encima de él
-Vas a tener que prestarme la ducha antes de irme– me río
-Claro, pero vamos los dos– lleva sus manos a mis muslos y los aprieta suavemente, yo muerdo mi labio
-Eso no es un problema– sonrío y él me besa
El beso fue subiendo más de tono, él aún con sus manos sobre mis muslos y yo comencé a moverme ligeramente sobre su miembro haciendo que empezara a hincharse. Él pasa sus manos a mi trasero apretándolo fuertemente y me acuesta en el sillón, quedando él sobre mí y baja a mi cuello. En cuestión de segundos estábamos desnudos y Sebastián todavía sobre mí, masajeaba mi clítoris y me aferré a él cuando sentí sus dedos dentro de mí, abrí mi boca y solté un gemido, eso lo excitó más me pude dar cuenta.
-Sebastián, por favor.– excitada
Sonrió y volvió a mi boca, me besó salvajemente al mismo tiempo que entró en mí y gemí sobre sus labios. Bajó a mis senos y comenzó a chuparlos mientras entraba y salía de mí, yo clavé mis uñas en su espalda y no podía evitar gemir
-Más fuerte.– gemí
Comenzó a hacerlo más fuerte y los dos gemíamos, sentí cómo hacía una marca en uno de mis senos pero era tanta la excitación y el placer que no me di importancia, luego de mis senos subió a mi cuello dejando besos húmedos y luego a mío boca, mordiendo ligeramente mi labio.
Me giré quedando encima de él y empecé a subir y bajar haciendo que su pene entrara y saliera de mí, cerré los ojos y tiré la cabeza hacia atrás, abrí mi boca dejando escapar gemidos. Llevé mis manos a su pecho para sostenerme y me seguí moviendo pero más rápido, Sebastián llevó sus manos a mi cintura y me ayudó a hacerlo más rápido-Dios.– gimió
Los dos gemíamos inundados en un exquisito placer hasta llegamos al clímax, yo me levanté un poco haciéndolo salir de mí y me senté a su lado, agarré una manta que había y me cubrí con ella. Él me miró y sonrió
-Leonor...– mirándome a los ojos
-Qué pasó?
Sonríe y me besa
-La tarta, amor
-La puta madre!– me levanté casi corriendo pero obviamente eso ya estaba todo echado a perder
Sebastián se venía riendo y yo lo miré furiosa
-No te preocupes, pedimos algo– me abraza por la cintura y besa mi cuello
YOU ARE READING
Sálvame
RomanceLeonor Lanouette es una prestigiosa actriz casada con un político candidato a la presidencia pero para nada feliz. Él quiere que deje su profesión, lo que ella más ama hacer, ella no está dispuesta a aceptarlo y así es como empieza la "gran batalla"...