CAPÍTULO 8

138 13 2
                                    

Lilo.










No creí que Jannine hablaba enserio con ese mensaje.

En este momento se ha desatado el apocalipsis en mi habitación. Son las ocho de la mañana y hace una hora recibí una llamada de ella para avisarme que ya venía en camino. Salté de la cama tan rápido cómo un rayo. Todo está hecho un desastre ahora dentro de mi pequeño espacio personal y aún no encuentro nada agradable que usar para salir con ella y con Linda esta tarde. No sé qué tengan planeado hacer exactamente pero me dijo que quería verme lo más candente posible.

Ruedo los ojos mentalmente.

Esa chica al parecer no tiene idea de con quién está tratando. No sé qué expectativas tenga con eso, pero creo que no me acercaré ni un centímetro a ninguna de ellas. Mi armario se parece al de un chico o a el de una niña de doce años. No soy una chica que le gusta arreglarse demasiado. Me gusta más lo práctico o simplemente me conformo con algo que me haga sentir cómoda.

Es sábado, mi día libre, por lo tanto pensaba pasarlo en casa viendo televisión. No tengo deseos de ir a ningún lado hoy, pero Jannine ni siquiera me dejó protestar, ¡vaya, ni siquiera me dejó hablar!, sólo me avisó que venía hacia acá y colgó.

Es increíble que haya cumplido su promesa de venir por mi temprano pero creo que ya no me queda de otra, más que aceptar ir con ella. No quiero ser una grosera con la rubia si le rechazo su invitación cuando ya se tomó la molestia de venir por mí hasta el vecindario en donde vivo. No me mal entiendan, Jannine y Linda son increíbles, y se podría decir que nos hemos vuelto muy cercanas por lo mucho que hemos estado conviviendo últimamente, pero aún me siento un poco rara estando con ellas. Siempre he sido muy tímida con las personas y además, con ellas, me siento mas torpe y simple que de costumbre. En especial con esa delgada y estilizada rubia de ojos azules.

Jannine es una belleza, debo admitirlo. Es todo lo que yo no soy pero aún asi, cómo con Jenn, nos hemos vuelto muy amigas. Con el poco tiempo que he llevado tratándola... me he dado cuenta de que es una persona muy sencilla y carismática. Me ha impresionado. Cualquiera que viera a Jannine Bennett la relacionaría con una diva adolescente. Sin embargo, a pesar de que no sé aún mucho de su vida, me ha agradado mucho la humilde persona que me ha mostrado que es y además me he divertido a su lado. Tiene un sentido del humor bastante oscuro y una alegría contagiosa que rápidamente atrapa.

Desde que me salvó de la golpiza que iban a propinarme esas chicas hace una semana... me dí cuenta de lo grandiosa que era.

Suspiro rendida y mis brazos se extienden a los costados en gesto dramático. Esto no tiene fin, mi ropero parece la entrada a Narnia. Y también mi guardarropa es igual de anticuada a la que usaban los personajes de esa película. Definitivamente me rindo.

Me levanto del suelo, tomando lo que opté finalmente para ponerme hoy. Nada del otro mundo, sólo unos jeans ajustados oscuros y una blusa blanca de mangas largas. Pateo la gran montaña de ropa que yace en el suelo y empiezo a vestirme. Después de maquillarme y delinear un poco mis ojos, otra batalla frustrante comienza dentro de mi cabeza por decidir qué haré con mi indomable cabello castaño. Aveces me molesta lo largo y alborotado que es. No me gusta tenerlo suelto porque fácilmente me podrían confundir con una bruja.

Bajo las escaleras con una chueca cola de caballo y me aproximo rápidamente hacia la cocina para tomar un poco de agua, y dejar una nota sobre el refrigerador. Aunque no creo que sea necesario dejarla, ya que mis tíos trabajan hoy hasta tarde y Dylan desaparece siempre los sábados. Aún así... no quiero arriesgarme a tener otro problema con ellos. Es lo último que quiero.

Cuando termino de escribirla, me sirvo un poco de serial y empiezo a comer en el comedor, escuchando sólamente el retumbar del viejo refrigerador. Sola, cómo siempre y cómo prefiero estarlo aquí. Sentada tranquilamente en el comedor frente a la ventana que delata al patio trasero, sin soportar las inquietantes miradas de Dylan y los regaños de mis tíos. Sola...  disfrutando del silencio y de la luz del sol que se cuela por las ventanas,  iluminando toda la pequeña cocina, acariciando mi rostro cómo una cálida caricia.

✔️DANGEROUS WORLD (Completa) Where stories live. Discover now