CAPÍTULO 11

89 13 2
                                    

LION.














— Pe-pe, pe... pero yo...—

— ¿Qué?, ¿cuál Pepe, Lilo?

—¡Ni-ninguno!, ¡¿pero cómo es eso de que vas a cobrarme?!

El enlace de mi mano con la suya me hace posible percibir lo nerviosa que se encuentra en este momento, pues no ha dejado de temblar desde que la tomé, y eso, de alguna forma, me resulta ser tan encantador y tierno. Ni siquiera entiendo el porqué estoy reaccionando de esta manera con ella, tampoco el porqué la tomé, pero necesitaba hacerlo, no podía permitir que se fuera. No tan pronto...

Me encanta cómo luce ahora, tan asustada, tan indefensa.

Estoy impactado, pues sinceramente ella era la última persona con la que esperaba encontrarme esta noche. Aún no puedo creer que de verdad se trata de ella... Me ha tomado desprevenido también con ese vestido azul que le veo usar ahora y que, por cierto, le queda tan bien a su pequeña y tentadora figura.

<<¡Mierda, ¿cómo es posible?! >>

La recuerdo, nunca olvidé su mirada triste.

Ella... La pequeña a la que le arrebaté a su padre hace un año en un asalto...

Por Dios...

Sólo era una adorable niña la última, y primera vez que la ví. Ahora es toda una mujer, bueno, una mujercita. Y para mi maldita mala suerte... es una mujercita bastante hermosa. Esa piel tan clara e implacable. Sus increíbles y expresivos ojos avellana, sus pequeños pero muy tentadores labios que ahora destacan por un color rosado. Su cabello marrón ondulado, sus mejillas llenas, y sus rasgos tan infantiles y finos...

Soy consciente de que debe tener la edad de mi hermana pero aún así... verla ha logrado dejarme afectado. No sé lo que estoy haciendo al seguir reteniendola de esta manera pero aún no quiero dejarla ir. Me está poniendo nervioso, además porque no deja de mirarme muy extraño. Esos preciosos ojos avellana no dejan de barrerme de arriba a abajo, cómo si trataran de reconocer algo en mí.

Espero que no logre tener  algún indicio...

Tengo tanto miedo de que llegue a reconocerme de verdad.

— Te dije que aún me debes algo, monstruito. No te dejaré ir tan fácilmente.

Ni si quiera tengo idea de por cuánto tiempo me quedé perdido en sus ojos. ¡Me encantan!, no puedo creer que estoy frente a ella de nuevo, me siento ridículo por lo entusiasmado que me siento en éste momento.

—¿A-a qué te refieres con "deber"?

No puedo evitar sonreír al escucharla tartamudear. Okey, parece que sigue siendo una niña después de todo.

<<¿A qué mierda estás jugando, Lion?>>

Bufo e intento ponerme algo serio. Creo que estoy siendo demasiado brusco con ella.

— Hagamos un trato, ¿te parece? Para que ya quites esa mirada de terror. Te dije que yo no te haría daño, niña. Que mal pensada eres. — ella parece tranquilizarse un poco después de mis palabras— ¿Viniste con Jannine, cierto?

La forma en la que se tensa y el cómo su rostro se palidece de pronto... despierta a los demonios dentro de mí, ¡claro! Por culpa de esa pequeña pesadilla rubia a la que le prohibí venir a este lugar de mala muerte y que, por supuesto, mandó al diablo mis órdenes, cómo siempre lo hace.

Voy a matarla cuando la vea.

<<Sabes que caerás en sus chantajes cómo siempre, idiota.>>

✔️DANGEROUS WORLD (Completa) Where stories live. Discover now