CAPITULO 48

28 3 2
                                    

Lion.





















La casa está silenciosa a las seis de la tarde. Ya luce un poco oscuro, el frío también se hace presente con más fuerza y atribuyo todo eso a la temporada. En cuatro días será noche buena... No puedo creer que la pasaremos así. Las otras veces pasaba esos días al lado de Jann y de RJ, no era gran cosa lo que hacíamos.  Nunca hemos tenido una navidad con pavo y todo eso. Ni siquiera la navidad pasada, aunque ya tenía el trabajo con Arthur... no pude pasar ese día con mi hermana, tuve que acompañar al maldito viejo a una de sus reuniones. Ni siquiera me gusta recordar esa noche. Fue deprimente pasarla sin mi hermana.

Las veces anteriores, antes de saber de Arthur, cuando no tenía trabajo y ningún maldito quinto de plano..., sólo era un pequeño pollo asado y un par de cervezas lo que nos alcanzaba para la cena, pero era la gloria, pues, aunque no era mucho, me sentía satisfecho por tener a mi hermana y a mi mejor amigo a mí lado. A las personas que nunca me han dejado y por las que había sobrevivido a tanta miseria.

Echo un vistazo a la habitación de Jannine, está acostada sobre la cama. El embarazo la ha vuelto más dormilona de lo que ya era. Se ve tan dulce así. Sólo entro a colocarle una sábana encima porque aquí también está haciendo frío y después dejo una nota sobre su mesita de noche. Salgo, cerrando la puerta con cuidado y después me aproximo a las escaleras con toda la cautela que puedo para no hacer tanto ruido. La madera es muy vieja y por lo tanto también muy chillona. Es una especie de cabaña en la que nos encontramos ahora, se encuentra cerca de un pueblo rural que parece olvidado por Dios porque más bien parece un maldito desierto, pero al menos es seguro para ocultarnos porque no hay nada de gente cerca. Es de RJ, no sé cómo la consiguió pero él dijo que estaríamos a salvo mientras tanto aquí.

Al fondo, en la cocina, escucho sólo el ruido del choque de cubiertos, platos y el agua cayendo del grifo. Me acerco a la entrada y después recargo mi peso en la pared, metiendo las manos en los bolsillos de mis pantalones. Está ella de espaldas ahí, lavando los trastos que usamos hace unas horas.

Trato de evitar que mis ojos recorran por todo su pequeño y delgado cuerpo pero es imposible... Me encanta mirarla y no puedo reprimir el contemplar demás ciertas partes de ella que ahora se encuentran tan expuestas. Es tan hermosa, de verdad me deja sin aliento su natural belleza.

Su cabello castaño cae por su espalda, este llegando a su cintura pequeña y hermosa cintura. Usa unos pantalones azul claro, muy ajustados para el maldito colmo, y una blusa blanca de mangas largas. No sé cuánto me quedo mirándola cómo idiota pero cuando ella termina y voltea a verme... da un brinquito, soltando un pequeño grito que me hace reír.

— ¡Idiota!

No puedo dejar de reír, ella parece que está recuperándose de un infarto. También luce cómo si quisiera asesinarme pero su mirada me causa más ternura que miedo.

— ¡Deja de reírte! ¡Casi provocas que me dé un infarto!

— Qué exagerada eres, Monstruito.

— Y tú qué acosador ¿Cuánto tiempo has estado parado ahí?

Me encojo de hombros, aún no puedo borrar mi sonrisa idiota.

— La verdad es que acabo de ponerme aquí.

— Sí, claro—  me rueda los ojos y después de secar sus manos con un trapo, se encamina hacia la salida pero la detengo del brazo cuando pasa por mi lado.

✔️DANGEROUS WORLD (Completa) Where stories live. Discover now