Le chapelier fou

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Todas las sesiones del curso Personajes Monstruosos tenían lugar los viernes por la tarde. Emma realmente no se dio cuenta de que su día pasaba, y se encontró con varios alumnos que no tenían pinta de estar contentos de estar ahí. Todos temían a la profesora Mills y un silencio ensordecedor reinaba en el aula de clase cuando ella comenzó su lección.

Terminó de pasar lista con el nombre de Emma

-¡Definitivamente, Miss Swan, ya no vamos a dejarnos!- se burló ella arqueando divertida una ceja

Emma sonrió discretamente.

-Si tú supieras...- pensó

-La razón de este curso es ver por qué un personaje se convierte en "monstruoso", por qué un malvado se convierte en malvado...

Cada palabra importante era seguida de un golpe de tacón en el suelo. Ella se desplazaba serpenteando por el aula.

-...un malvado no se construye al azar, el autor, el escritor crea la maldad de su personaje inventándole un pasado que le da las claves de esa maldad. Vuestro examen consistirá en hacer el retrato de un malvado que os inventaréis, crearéis, modelaréis. Vosotros os convertiréis en escritores.

Ninguna reacción se hizo presente en la clase y ella suspiró

-¡Venga, chicos, fingid que estáis entusiasmados!

-¡Wow, wow!- gritó un alumno levantando pesadamente los brazos

Ella no pudo evitar que una sonrisa atravesara sus labios

-Gracias, señor Potter

Ella volvió a su mesa y cogió una tiza

-¡Primer personaje, la Marquesa de Merteuil! ¿Alguien conoce a este personaje?...¿Señor Evans?

-Es el personaje de Las Amistades Peligrosas

-En efecto, os voy a repartir algunos fragmentos y tendréis el tiempo que nos queda para intentar determinar por qué es un personaje clasificado entre los maquiavélicos/monstruosos y después veremos si estamos de acuerdo...


Al final de la clase, Emma se apresuró a subirse en la bicicleta que Elsa le había regalado y pedaleó hasta el Chapelier fou situado en los límites de la ciudad.

Jamás había puesto los pies allí, pero enseguida apreció el lugar. La fachada había sido confeccionada como la de un pub inglés. Los ventanales estaban pintados de negros y las letras doradas decoraban la parte alta de la puerta. En el interior, había espacios diferenciados. En la planta baja, la sala se dividía en dos espacios, por un lado pequeñas mesas de madera estaban separadas por mamparas de cristal pulido y al otro lado, largas mesas alrededor de las cuales habían sido dispuestos bancos formando un espacio abierto. Po supuesto, la barra estaba bordeada por altos taburetes plateados. En la parte de arriba, solo había sillones hundidos y pequeñas mesas bajas.

Jefferson, el dueño del bar, acogió calurosamente a Emma y le dio un rápido paseo por las instalaciones. Después, le dio un delantal y comenzó a hablarle de sus horarios.

-Euh...pero...¿creía que venía a una entrevista?- lo interrumpió Emma

-Ah, euh...No, es que...no tengo tiempo para entrevistas, así que comienzas esta tarde, si te las apañas bien, te quedas, si no, te mandaré a casa.

-Pero...yo nunca he hecho esto- avisó la rubia desorbitando los ojos

-Grace te ayudará, ¡Grace!- llamó alzando la voz –Es mi hija. A veces me echa una mano.

El caso del pequeño cisneHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin