Viceversa

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David Nolan había salido de la sala de audiencia para respirar el aire glacial del exterior. Emma lo buscó con la mirada hasta encontrarlo al lado de la fuente inactiva en la plaza que había delante del palacio de justicia. Caminó tímidamente al presentir que él estaba conmocionado ante los acontecimientos. Él se pasó una mano por el rostro pasando su peso de un pie al otro, incómodo.

-No lo comprendo...- dijo tras haber respirado profundamente varias veces

Emma se encogió de hombros, insegura de a dónde quería él ir a parar. Al ver que la rubia no le respondía, se enervó de repente.

-¿Quién era esa mujer que se nos ha presentado hoy? ¿Quién era? ¿Su...su...su madre? ¿Cómo una madre puede decir eso? ¡A menos que...! ¿Y...y esa historia de violación? ¿Acaso es por eso que...Regina no soporta el contacto físico, o...o...? ¡Joder, no conocía en absoluto quién era la mujer en el tribunal! Al final, puede que sea una asesina en serie, ¡jamás habría sabido nada!

-¡No es una asesina!- lanzó Emma indignada

-¿Cómo lo he de saber? ¡A fin de cuentas no conozco nada de su vida! Regina siempre ha mantenido su intimidad en secreto, y lo aceptábamos diciéndonos que era...solo reservada. No veo...¿acaso voy a descubrir otras cosas sobre ella? ¡Tú...parece que estabas al corriente de todo eso! ¿Cómo puede ser posible?

-¡Porque soy una chica entrometida y maleducada!- respondió sencillamente

Y era verdad, si no hubiera hurgado en las cosas de su profesora, no habría descubierto nada a pesar del cariño que Regina le tenía en esa época. Después, no sabía en qué momento Regina había decidido confiar en ella más que en David o Mary, o incluso Chloè...

-¡Por Dios!- gruñó el hombre interrumpiendo los pensamientos de Emma

David giró sobre sí mismo, no se creía lo que estaba escuchando. Sacudió dolorosamente la cabeza y escrutó el rostro de Emma.

-Lo siento- dijo finalmente –Es solo que...me cuesta comprender...he pasado mucho tiempo con Regina...y al final, me doy cuenta de que no la conozco...y...no lo tomes a mal, pero también me doy cuenta de que tú has logrado conseguir más información...no es que yo...quiero decir, ella podía confiarse a nosotros, ella lo sabía y prefirió mantenerse callada. Nos ha escondido la verdad durante todo este tiempo...

-Comprendo

¿Qué otra podía decir? Sí, comprendía, sí, sabía exactamente lo que él podía estar sintiendo, pero también sabía que si Regina no había dicho nada era para protegerse a sí misma, para proteger a Henry y a Daniel...

David se giró finalmente hacia ella y hundió sus ojos claros en los de ella.

-¿Esa historia de violación...?

-Sí- respondió ella simplemente confirmando que sí había tenido lugar.

-Por Dios...

No se sorprendía por su reacción, después de todo, si Ruby o Belle le hubieran escondido algo como eso, ella habría reaccionado de la misma manera.

Emma se dio cuenta. He ahí porque Belle se había enfadado con ella de tal manera...

Siguieron hablando durante un rato hasta que David, aún conmocionado, se fuera sin despedirse de Emma.


Por la tarde, se presentó en Rikers para visitar a Regina. Se llevó una sorpresa cuando le permitieron que se vieran a solas en una estancia donde había muchas mesas. La morena no parecía estar bien y Emma no pudo evitar estrecharla entre sus brazos. El gruñido que se le escapó a su compañera estaba teñido de dolor. Fue en ese momento que se dio cuenta de que los meses que no había podido ver, sentir, tocar a Regina habían sido los meses más largos de su vida. Como si fuera un escaparate de Navidad completamente vacío.

El caso del pequeño cisneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora