En el País de las Maravillas

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Emma se pasó una mano por los cabellos e hizo correr nerviosamente su lengua por los labios, se giró de nuevo hacia Killian y suspiró. Regina había salido de la habitación algunos minutos antes a pesar del intento de Emma en que se quedara. Ella quería dejarle tiempo al muchacho para que se calmara. Emma se había sentado y había intentado conversar con él, pero rápidamente él la había mandado a paseo. Ella frunció el ceño.

-¡No comprendo cómo puedes culparla hasta ese punto, Kill'!

El muchacho alzó lo que quedaba de su brazo para enseñárselo a Emma.

-¡Este es el motivo! ¡Emma, me la han amputado! ¡No es moco de pavo, joder! ¡Ya no tengo mano!- gimió él enderezándose en su cama del hospital.

-¡Ella intentó ayudarte!

-¡Llevándome a la pasma para que les contara todo! ¡Joder, no entiendes nada!

-¡Escucha, no he venido a enfadarme contigo!- alegó la rubia

Killian volvió a meter su brazo bajo la sábana, refunfuñando. Emma suspiró y se pinzó los labios.

-¡Entonces, deja de defenderla!- gruñó él

La rubia consideró un instante la demanda de su amigo, pero no podía aceptar que Killian echara la culpa sobre su "novia"

-¡Realmente intentó ayudarte a salir de esta historia! ¡Llevarte a ver a la policía fue lo más razonable que había que hacer!

-¿Razonable? ¡Emma, mierda, ya no tengo mano izquierda! ¿Eres idiota o qué?

-¡Ella no podía saber lo que iba a pasar!

El moreno sacudió la cabeza de derecha a izquierda, había pensado que al menos Emma estaría de su lado, que ella no le encontraría excusas a Regina Mills, pero se había equivocado enormemente y no lo admitía.

-¡No debió meter las jodidas narices en mis asuntos!

Emma reviró los ojos

-¡Francamente, si no lo hubiera hecho, quizás habrías acabado muy mal! Así que yo...

-¡Emma, si has venido a defenderla en cuerpo y alma, puedes largarte!

Asombrada, ella se acercó a la cama.

-¿Quieres que me vaya?- preguntó ella, estupefacta.

-¡Veo que has elegido bando!

-¡No hay bando para elegir, Killian! ¡Lo siento, pero creo que estás siendo egoísta!

-¡Qué te jodan, Emma!

Sin aguantar más, Emma dejó estallar su cólera.

-¡Intentas proyectar tus propios errores sobre ella! ¡Si no te hubieras metido es esta historia, ella no habría necesitado ayudarte!

-¡Te recuerdo que me encontré en esa situación únicamente porque vivo en el puerto!

-Hay otras personas en el puerto, y así por casualidad, ¿los vendedores de droga se dirigieron a ti para que les guardaras la mercancía?

Killian entrecerró los ojos y giró la cabeza totalmente hacia su amiga.

-¿Qué intentas decirme, Emma? ¿Que porque soy algo marginal, no puedo achacarme la culpa sino a mí mismo?...¡Viniendo de una huérfana degenerada, me hace reír!

El golpe que Emma recibió en el fondo de su pecho no tenía nada de agradable, pero en su fondo, ella sabía que Killian tenía razón, ella se permitía lanzarle reproches injustos. Se tomó algunos segundos antes de contestar.

El caso del pequeño cisneHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin