Capítulo 1

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—Hermano, podrías dejar ese aparato por un momento—su mejor amigo le saco el móvil y lo tiro en alguna parte del sillón.

Los disparos del videojuego nuevo eran escuchados en la habitación. Solo basto un momento de distracción para que su avatar se encontrara tirado en las excelentes graficas del suelo, el uniforme negro disimulaba que estaba manchado de barro y el otro jugador lo condenaba a golpes con el rifle que aportaba.

Ricardo se levantó y desconecto sin paciencia—porque era lo único que no tenía—, el cable que unía el aparato con el televisor. La pantalla quedo en su típico color azul, y en un extremo de la esquina mostraba en que modulo se hallaba. El chico de cabello revuelto de rulos y de facciones orientales agarro el control entre sus manos, coloco un canal de noticias aleatorio que transmitía el último informe del presidente, nada más que otro aumento de tarifas.

—¡Yo no falte a la clase para que vos coloques esta mierda! —señalo el televisor y hecho su cabeza para atrás, golpeándose con el resguardo roto.

Parecía que su amigo conspiraba en su contra. Acomodo la fuente de queso, pero como un buen boludo que era termino derramándola en su pantalón, estaba muy caliente.

—¡Ah! —grito, se levantó y corrió con rapidez hacia el baño.

Ricardo tenía una sonrisa maliciosa entre sus labios, camino con demasiado cuidado de no pisar las manchas amarillas —lo cual le provoco el recuerdo del viejo juego de no pisar grietas— Cuando estuvo en frente de la puerta del lugar donde se había ido Nick, alzo la mano y golpeo reiteradas veces.

Ricky como le decían sus tías, tenía un severo problema, la paciencia como ya había mencionado anteriormente era su defecto más mortal, podía verlo con una cara de pocos amigos y no dirigirte la palaba durante una semana, dependiendo del caso.

La perrilla se movió justo a tiempo para calmar los humos que se estaba aguantando. Se abrió apenas unos pocos centímetros, la mano refinada salió como si nada.

—¿Podrías prestarme alguna pilcha? —pregunto Nick temiendo a sonar demasiado femenino.

Los pantalones azules no se pudieron recuperar y para nada soluciono su problema al mojarlo con agua fría, pareció que el líquido penetro aún más que antes.

Su amigo le entregó una clase de bermuda, le quedo ajustado ya que su diferencia de talles era notoria más estos meses donde comenzó a ganar peso.

—¡Pero mira que guapo estás! —La mujer de aproximadamente cincuenta años, le acariciaba el pelo, dejándolo desprolijo.

Nick agarro su teléfono y movió velozmente sus dedos.

Mariana Esquivel

Las miradas fueron lo esencial.

Su rostro de mostro confundido hacia aquello, Ricardo tuvo que propinarle una buena patada para que reaccionara. En frente de él se yacía la presencia de su padre, "el robusto" como lo apodaban en su barrio. Un hombre que en sus buenas épocas era un increíble boxeador de peso pesado.

—¡Hijo! —llamo el hombre de barba crecida.

El castaño movió su barbilla en modo de saludo, otra patada del ruloso, lo hizo chillar silenciosamente. Dio una mirada seria hacia su amigo y luego volvió a su padre.

—Acaso la universidad te llamo o vienes a tu...—Paso vista a la mujer de labial violeta que seguía con su manía con el cabello de Martins—, ¿Novia?

Ricardo estaba a poco de tirar a todos por la ventana del edificio. Ella colmaba su paciencia y solo valió su pregunta "¿Con que te cuidas?" para agarrar el bolso y lo devolviera.

—No. Te vine a decir que me iré de viaje con ella, por lo tanto, tienes que darle de comer a Flacus—se dio la vuelta, agarro a su pareja de los hombros y la guio hacia afuera de la habitación, cerro con precaución suave la puerta y desapareció del radar.

—¿Sigues pensando en que la novia de tu viejo es insoportable? Estas bellezas no se logran solas.

Su celular vibro y miro.

@Mar. Es ha twitteado lo siguiente: Juramos AMOR y ahora YO JURO OLVIDAR ¿y vos?

—Deberías dejar de recibir sus notificaciones. A veces parece que te manda indirectas.

—¿Indirectas?

—Ya sabes es como...—meneo su cabeza, buscando alguna palabra específica para explicarlo sin más complicaciones—. Quiere decir algo en una oración, pero con demasiados rodeos, no lo termina de decir y tampoco da a conocer para quien. ¡Una bobería!

—¿Por qué ella me lo dice a mí? Si mal no recuerdo tiene citas y todo eso.

—No lo sé, deberías averiguarlo tú mismo—palmeo su hombro.

Nick quedo con una expresión de intentar todo de una vez, que mal le estaba yendo en la actualidad.


Indirecta Recibida (PAUSADA)Where stories live. Discover now