Capítulo 27

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Apenas ingreso opto por sentarse en la silla y no mirar a su amiga, no quería perturbarla.

Estar en aquel lugar era lo más cercano al infierno según Nick, cuando su mama bebía hasta no dar más recurrían al hospital. Cuando ella despertaba él le daba la bienvenida otra vez con una sonrisa.

El caso es totalmente diferente, porque cabía la posibilidad que nunca despertase además que la familia debía pagar una gran cantidad de dinero para que María siguiera conectada, por el contrario sería fatal su evolución.

—Te extraño. El tiempo comenzó a marchar más lento y doloroso, ya no te tengo a mi lado sonriendo y metiéndote en quilombos. Aunque nunca hayas creído eso de los milagros, he rezado intocables veces para que vuelvas a la vida, estos cables opacan tu brillo—rio. Tuvo unos segundos buscando la mano de María, al hallarla le dio un apretón delicado—. Te prometo que cuando despiertes... nos haremos ese tatuaje que vimos hace un tiempo atrás ¿sí?

Los pitidos fueron la respuesta.

Nick cerró los ojos con impaciencia al incorporarse, sujeto sus manos detrás de la nuca y exhalo fuertemente.

—No lo entiendo, nunca te entendí por completo y tampoco planee intentarlo. ¿Por qué? —los nudillos golpearon al costado del ventanal—. Tus impulsos te llevaron a esto ¡No sé cuál sea tu motivo! Pero a mí no me engañas, querías acabar con tu vida porque también te dolió ¿no?

Su cabeza palpitaba al límite de apoyarla sobre vidrio como forma de tranquilizarse. Ni siquiera comprende el momento que acaba de ocurrir. ¿Cuándo desbordo? Fue inútil la escena.

—Bien, te pido perdón, es que deberías estar en mi lugar, María pude haber estado borracho pero recuerdo cuando me dejaste en el departamento y tu debate sobre volver de nuevo al coche. No querías hacerlo, te sabias de memoria la consecuencia que aquello traería. Tus impulsos tomaron el control a la madrugada con la pésima sensación de dolor para intentar escapar.

Se dirigió hasta la puerta y antes de tirar del picaporte miro la máquina, los mismos pitidos lo despidieron.

...

¿Nunca tuvieron esos días en que todo iba relativamente empeorando? Como si lo que te iba ocurriendo fuese hecho apropósito con el fin de que cayeras de rodillas e implores llorando que se detuviera. Entonces abandonas tu fuerza al notar que no hay nadie dándote respuestas.

Hernández tenía más de cinco llamadas perdidas, tampoco se quejó de que a causa de eso interrumpían la canción que llevaba media hora escuchando, la favorita de María, aunque él no tenía mucho conocimiento de la banda, el ritmo de Aerosmith era una forma de aliviar sus emociones.

Bronca. Tristeza. Locura. Vacío.

¿Cuándo fue la última vez que sintió todo eso junto?

Nick lo sabe con precisión, por eso obliga a desviar los recuerdos. Es imposible, es tan asfixiante que se deja abrazar por las emociones abrumantes.

Afuera llueve y el cambio de temperatura ocasiona una escena perfecta para un beso como las que describen los escritores.

Aunque la mejor historia para estas ocasiones es la que brindaba su mamá.

Dicen que cuando una persona buena muere es recibido por los ángeles con lágrimas que caen en forma lluvia sobre la tierra. Pero nadie se atreve a contar lo que realmente sucede en el Paraíso, Dios siempre estuvo rodeado de ángeles, y cuando uno de ellos decide irse, se arranca las alas y se las entrega al alma ascendida, una vez hecho esto, los gritos del ángel se desatan en forma de relámpagos y las nubes se alejan cada vez más al caer. El sol después de un tiempo se hace notar y la llegada de un bebé es recibido con alegría en la tierra.

Detuvo el reproductor y seco sus lágrimas. Ella estaría protegida allí arriba y no le cabía duda que Bianca, su mamá, la recibiría a María como una hija en el cielo.

Indirecta Recibida (PAUSADA)Onde as histórias ganham vida. Descobre agora