Capítulo 9

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Nikos

Cuando la rubia me dijo que estaba fuera, juro por Dios que sonreí por lo que venía. Me había arreglado como normalmente lo hacía, pero esta vez pensando en que Anna estaría en casa.

Tenía Jeans azules y una camiseta que se ceñía a mi pecho y músculos, holgada. Y tennis. Y no sabía si es que ella necesitaba otra muestra de que soy el hombre perfecto para ella o qué pero ella vino en jeans y camiseta, sólo que unos delicados tacones hacían ver sus piernas más largas.

Se bajó de su auto y pude notar que tenía las mejillas sonrojadas, y que portaba gafas de lectura. Que bonita se estaba viendo.

La esperé en el porche de la casa de mis padres mientras la veía atravesar el camino del gran jardín de mi madre. Era muy verde y tenía muchísimas flores que ella misma cultivaba y cuidaba. Entonces hay un camino muy bonito que lo cruzaba hasta llegar a la casa que era de piedras en tonos tierra y fachada muy oscura, de un marrón bonito.

Los carros de todos cabían aquí, puesto que así como la casa, eso también era grande. El frente del lugar era muy amplio para muchas personas. Mi mamá era ese tipo de persona que soñaba con una familia muy grande y que soñaba con ocupar una casa de gran tamaño para que su familia se quedase completa las veces que quisieran.

Y había logrado su sueño, aunque no entiendo aún cómo es que soy hijo único. Obviamente habían explicaciones científicas y el resultado conlleva solamente a que bueno, mi madre pudo tenerme a mí solamente.

Aunque nuevamente les digo que jamás estuve sólo. Tobías es mi hermano y mis amigos también lo son. Mi madre los adoptó como suyos desde el primer momento, así que todavía nos quedábamos todos cuando mi mamá nos lo ordenaba.

Era muy dulce, y la madre más bonita. Era de esas que te decía lo que necesitabas escuchar y te abrazaba cuando jodidamente lo necesitabas, sin siquiera decírselo. Tenía sus ojos, y por eso es que soy hermoso.

Mi padre es un hombre divertido. Es arquitecto aún, por lo que mi casa, su casa y la de los demás era algo bueno para ver. Mi madre, en cambio es una chef increíble. Por eso es que llegué a este mundo.

Estoy seguro de que mi padre no se resistió a la idea de comer tan jodidamente bien toda su vida.

Ellos estaban dentro, expectantes para ver a Anna junto a mis tíos, el puto Tobias, Andrea y Mathías. Que estos dos últimos están aquí desde hace unos minutos también.

La bonita rubia venía con lo que parecía un vino en sus manos y unos panes que tenían buena pinta. La rodeé en un abrazo fuerte cuando la tuve frente a mí.

—Gracias por venir, linda— le dije al oído, tomando lo que traía en sus manos. —No era necesario esto.

Ella me sonrió devolviéndome el abrazo. —es de mala educación llegar sin nada, Nikos.— me respondió. —Gracias por invitarme.

Después de un Café (TERMINADA)Where stories live. Discover now