Capítulo 21

12K 1.2K 83
                                    

Nikos Mounsmith

Nos sentamos todos en unas mesas que los empleados de la cafetería unieron. Yo estaba particularmente feliz por tener a Anna y a mi suegra aquí. Digo, jamás ha la tenido una suegra antes, del tipo en serio. Entonces, si. Estaba más o menos excitado por lo que podía pasar. 

Ella se veía divertida. Tenía cara de que te hacía reír mucho. 

Mi mano estaba posada sobre la pierna de Anna por debajo la mesa, y la acariciaba con mi pulgar de vez en cuando, cuando notaba que comenzaba a moverla de arriba a abajo con nerviosismo. La miré con cara de ¿de verdad? 

Ella me miró con cierta disculpa, pero aún así no dejó de mover la jodida pierna. Digo, ella me había dicho que su padre era alguien divertido también. No entendía el porqué de su estado. Lo dejé pasar y sin quitar mi mano de donde estaba me puse a entablar conversaciones que había dejado a medias con los muchachos, mientras respondía las preguntas que Anabella, que me dijo que la llamara así, sacaba cuando veía la oportunidad. 

No había ninguna de ellas que me pusiera nervioso porque todas estaban siendo realmente normales. 

  — Cuéntame acerca de tus padres, lindo— me dijo cruzando sus dedos y apoyando su mentón en los mismos. Con gustó me eché para adelante para responderle, pero antes Anna volvió a exclamar algo. 

  — ¿En serio, mamá?—  preguntó incrédula, aunque no la entendí.  Su mamá no se veía ni un poco afectada por el reclamo, más bien sonrió. 

  — No he dicho absolutamente nada que no sea verdad, cariño. ¿O no es lindo tu novio?—  lo siguiente que escuché fueron las risas de los chicos y la mía propia. Esa mujer era de mi equipo. Levanté mi brazo para chocar los cinco con ella, mientras Anna se sonrojaba por no poder contradecir esa verdad absoluta.  

 — Responde, linda—  la insté. Ella negó aún con la cara roja y tomó de su taza de café. Su mano libre tomó mi mano aún en su pierna y la dio vuelta para entrelazar nuestros dedos. Debo admitir que eso provocó una sonrisa en mi cara. 

  — Apropósito, tu, lindo— volvió a hablar la madre de mi novia. 

Asentí para mostrarle mi atención.  

  — Mi hija me dijo que tu eres el dueño de un café muy famoso. ¿Cómo es que no lo he probado?— preguntó tomando de su taza. Levanté mis ojos despreocupadamente.  

  — Dicen por ahí que lo bueno se hace esperar, así que no se preocupe—  dije sencillamente. Ella asintió.  

Seguimos comiendo sin ningún apuro. Tobías estaba entrenando todos los días para ocupar el tiempo que no podía compartir con nosotros, as'que ahora se estaba viendo con un espécimen bien hecho  por la madre naturaleza. 

Anna se lo hizo saber en ese momento diciendo algo como "Vamos a tener que apartar a algunas chicas de tu camino", a lo que todos asentimos. Algunas ya estaban comenzando a llover, aunque algo parecido a "Estoy en mi momento de descubrimiento" es lo que nos responde. 

Todos lo dejamos pasar por respeto, pero entre nosotros sabemos que Tob necesita a alguien. Deo nos confirmó que algo estaba pasando entre él y Amy, pero no sabemos detalles. Imagino que los detalles vienen cuando algo más allá suceda. 

Lo sé. Somos un grupo que disfruta de cotilleos. 

Sonreí. 

Cuando fue tiempo de irnos me levanté de la silla y ayudé a Anna. El grupo de siete nos dirigimos afuera para tomar los autos. Hicimos que Andrea y Thomas fuesen con Deo y Tob. Mi señora suegra y Anna venían conmigo. 

Después de un Café (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora