Capítulo 22

12.9K 1.1K 268
                                    

Nikos Mounsmith 

Ops! Esta imagem não segue nossas diretrizes de conteúdo. Para continuar a publicação, tente removê-la ou carregar outra.

Nikos Mounsmith 

Haber pasado los días anteriores junto a Anna hizo mucho más fácil el proceso de finalización de la cinta cinematográfica. Ahora solo quedaba un poco de edición y recorte y listo. Ojos del Alma se estrenaría en nada. Quince días cuando mucho. 

Ella había vuelto a New York hasta que la fecha de premiere estuviese pautada. 

Entonces estaba trotando con Tobías mientras tratábamos de encontrar un buen café donde sentarnos a hablar un poco. Los últimos días habíamos compartido mucho con el grupo y con los padres de Anna también. Estábamos bastante relajados. 

Por mi parte esperaba únicamente la última llamada para la revisión del proyecto. 

—¿Estás trabajando en algún proyecto?— me preguntó mientras doblábamos la esquina de la quinta cuadra. Curiosamente Los Ángeles estaba frío y fresco. 

—Si— respondí. —Es algo muy nuevo, pero aún no lo termino. 

—Por aquí— señaló una cafetería del otro lado de la calle. 

Nos paramos a cruzar la calle y entramos. Elegimos una mesa del fondo pero con ventanal. Tomaron nuestro pedido muy rápido. 

—Tengo un hambre de mil demonios— susurré. 

—y el otro— dijo sobre sí mismo. —¿Cómo se llamará el libro?

Sonreí. 

—Un buen Amor— rodó los ojos. 

—Vives del romance, viejo— reí. Absolutamente era así. 

Mi frapuccino y mi sándwich de pollo llegaron junto a la torre de hotcakes de mi primo. Comenzamos a comer. 

—Esto está brutal— dije entre bocados. El asintió. 

La gente iba llenando el lugar de a poco y era algo que no me extrañaba porque lo que estábamos comiendo realmente era muy bueno. Familias de tres o de cinco, personas solas, todas pidiendo un poco de comida para llenar su estómago. Miré el reloj. 7:30am. Si no hubiésemos estado trotando probablemente no estaríamos aquí comiendo. No había forma de que comiéramos a tiempo. 

Pensé también en ir a comprar un traje. No podía ir en jeans a la presentación de la película. 

—Acompáñame a buscar un traje— le dije a Tob. Asintió. Miró algo en su teléfono. 

—¿Deo ya compró el de él? Espera, ¿me invitarás, no?— Lo miré mal. Por supuesto que iría. No iba a ir por ahí solo y abandonado. Con suerte todos estarían aquí, incluyendo a los padres de mi chica. Chica a la que no le había escrito desde el día anterior en la tarde. 

¿Tan rápido se había acabado el amor? Sonreí y tomé una fotografía de nuestra comida a medio terminar. Tob hizo una pose de niño lindo con la boca llena. 

Después de un Café (TERMINADA)Onde histórias criam vida. Descubra agora