37.Revelaciones

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Año 2018. Ahora.

—¡Ángel! —Salté cuando le alcancé a darle un abrazo. Casi se cae al suelo.

Había temido por lo que pudiera pasarles. Hacía tiempo que no sabíamos nada de La Gente de la Sombra; su silencio me perturbaba por momentos y la paranoia iba tomando forma.

—Echaba de menos tocarte el aura —confesó Brian sonriendo.

—Para —Ángel río a carcajadas.

Había suficiente espacio para los tres en la sala. El viento sacudía con fuerza la ventana y los cristales vibraban; no creía que fueran aguantar mucho tiempo más. El poco aire que se filtraba hacía zarandear la gran cortina beige que impedía ver el exterior; solo sabía que era de noche. Debajo de la ventana, había un escritorio antiguo con una vela apagada en él; debía ser el de Brian, no veía el suyo.

Tenía mis dudas de si eran imaginaciones mías o si se habían movido de verdad, las muñecas estaban en el lado opuesto de donde recordaba haberlas visto. Los retratos salían más de sus cuadros y unos ojos llenos de locura dejaban entrever su alma. Su sonrisa era aún tan ancha que podía tragarme de un bocado, los brazos les servían de impulso para ayudarse a escapar del lugar al que estaban retenidos.

Los garabatos y noticias llenaban la pizarra.

Ángel y yo dejamos las velas junto con la de Brian que residía en una esquina del escritorio.

—Oí unos ruidos provenientes de aquí. Tenía la esperanza de que fuerais vosotros —Ángel señaló la puerta.

—Si. Acababa de entrar y me encontré a Brian —le sonreí—. Parece ser que más o menos hemos llegado todos a la vez.

Sabía que hubiera sido mejor estar todos juntos, de ser así, habríamos tardado más tiempo, y eso significaba que cada segundo que pasábamos, el peligro se acercaba.

—¿Qué es lo que hay en la pizarra? —Ángel se acercó a ella. Le seguimos.

—De esto estábamos hablando antes de que llegaras.

—Son como las noticias que encontró Lea en los archivos. ¿Qué relación tiene la nota de mi madre con las noticias de los accidentes? —Cogió una de las noticias y la leyó.

Encontramos la nota en la casa de Brian detrás de una foto de sus padres, y antes de separarnos, dimos con unas noticias de accidentes donde había gente que se suicidaba sin explicación alguna, pero no había ningún indicio que nos indicar adonde podría haberse dirigido su madre. Brian tendría muchas preguntas para ella, al fin y al cabo, se fue sin despedirse. No me entraba en la cabeza como una madre era capaz de irse, así como así, cuando su hijo la necesitaba más que nunca.

Algo me rozó la pierna. No vi ninguna sombra ni nada que me pudiera alertar de que hubiera alguien más que nosotros tres. ¿Qué era? Empecé a deslizar mi mano a lo largo del pantalón hasta que choqué con algo dentro de uno de mis bolsillos. Con delicadeza, extraje un trozo de papel doblado que se había enredado entre la tela del interior. No recordaba haber guardado nada allí, sino haría tiempo que me habría dado cuenta.

El viento se levantó de pronto haciendo que la ventana que estaba detrás de nosotros se abriera de par en par. La cortina ondeaba con violencia. La luna brillaba justo en el medio del marco de la ventana junto con algunas estrellas.

—Una nota en blanco. ¿Alguno de vosotros me la ha puesto? —levanté la ceja observándoles. Negaron con la cabeza—. ¿Y cómo vamos a saber lo que pone?

—¿Sabéis en las series de detectives que una hoja en blanco puede esconder una nota secreta? —propuso Ángel—. Si encontramos un lápiz, y lo usamos con la hoja, podríamos saber que pone —pensó empezando a buscar a alrededor.

Los ojos de Lea #PGP2023✅Место, где живут истории. Откройте их для себя