No Me Sueltes. -CNCO.

Capítulo 8 : ¿Amor?

Luego del karaoke, Chris y yo decidimos tomar algunos tragos, más bien, gaseosas ya que ninguno de los dos podia tomar alcohol. Chris conducía y yo soy menor edad. Parecemos rudos pero respetamos las reglas.

-¿Qué quieres hacer mañana?- Preguntó, bebiendo su coca-cola.

-Me gustaría ir a patinar, ¿tú sabes como se hace?- Pregunté, esperando a que de un sí como respuesta.

-Una vez lo intenté, o quizás más, pero no soy experto, te lo aseguro.- Dijo, tomando de su botella.

-Entoncés puedo enseñarte mejor.- Le ofrecí. -Pero, podemos ir con los chicos.

-Sí, estará bien, mañana les diremos, porque creo que ya es tarde.- Dijo Chris, viendo su celular.

-¿Qué?- Pregunté al aire, tomé mi celular y vi que marcaban las dos y media de la madrugada. También tenia millones de notificaciones, de Zabdiel y de papá, ¿en dónde tengo la cabeza? No toqué en todo el día el celular.

Zabdiel (chat de citas): Hola, Abbie.

Zabdiel (chat de citas): Abbie, tú nunca te tardas en responder, linda.

Zabdiel (chat de citas): Abbie, estás bien? Tu última conexión fue ayer, estoy preocuoado por ti.

Llamada perdida de Zabdiel (chat de citas)

Llamada perdida de Zabdiel (chat de citas)

Llamada perdida de Zabdiel (chat de citas)

Zabdiel (chat de citas) : Abbie, estás bien?

Tenía millones de mensajes de Zabdiel preguntando si estaba bien, por un lado eso me molesto, porque yo puedo responderle si quiero y no debe insistir, pero por otra parte, se preocupó por mi. Decidi respondarle asi no lo preocupaba más de la cuenta.

Abbie♡ : Hola, Zabdiel. Sí, estoy bien. Estoy de maravilla. No te imaginas, tengo para contarte millones de cosas.

Luego abrí el chat de papá.

Papá : Buenos días, Abbie, ¿Renato ha pasado por ti?

Papá : ¿Por qué no respondes, hija?

Papá: Abbie, hablé con Renato y me dijo que todo está bien, que la estás pasando muy bien y por eso no respondes, me alegro que estés con la cabeza despejada, hermosa. Te quiero.

También le respondi diciendo que todo estaba bien, que me habia olvidado de checar mi celular y papá sabe que siempre lo tengo en volumén bajo.

-Chris, podemos irnos, ya tengo sueño.- Pedí.

-Claro, vamos.- Asintió, levantandose de la mesa.

Fuimos hasta el auto y Chris me abrió la puerta ya que estaba lo suficiente dormida como para poder estar consiente, quizás esté borracha, pero eso es imposible ya que no tomé nada en todo el día. Tengo un sueño que me lo quita tres años de cama. Sentí como Chris me apoyaba suavemente en el asiento del copiloto, me abrochó el cinturón y depositó un besito en mi frente, a lo cual sonreí. Él sabe que tanto me gustan los besitos, lo descubrió hace instantes. Fue cuestión de minutos para que cerrara los ojos y lo último que viera fue a Chris sonriendome.

Al día siguiente, en la mañana:

Luego de toda una noche activa, estaba desayunando con los chicos en el salón. Renato había salido por asuntos de la disquera, parece que las vacaciones para él no existen.