Capítulo 17 : Preocupación y una nueva amiga.

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No sabía si ir a buscarlos o quedarme, Carl me lo había pedido.

Estaba desesperada y preocupada. Había estado tan solo, menos de cinco minutos y ¿ellos ya se habían cansado de esperar? Imposible.

Llamé a Chris, sin obtener resultados. Lo llamé otra vez y otra más. Lo único que me agarraba era el contestador, la grabadora me informaba que el teléfono se encontraba apagado.

¿Llamar a los otros?

Sonaría intensa, quizás.

Me comencé a sentir mal y Renato no salía por aquella puerta que me causó un terror inmenso.

Me paré de mi silla y fui caminando al baño. Me tambaleaba un poco. Llegué a la puerta del baño y apenas entré, pude ver a una chica, recogiendo su cabello y vomitando en la pileta del tocador.

Inmediatamente dejé mi bolso en la pileta y ayude a recoger su pelo, mientras ella vomitaba. Es horrible sentir tu cabello en el rostro cuando estás escupiendo.

-Muchas gracias.- Dijo, regalándome una sonrisa de agradecimiento y alivio. Era una chica joven, de cabello claro y ojos marrones. Era muy parecida a mi, menos por el tema de los ojos.

-No hay problema.- Un dolor de cabeza inmenso me atacó otra vez...

-¿Tú estás bien?- preguntó, preocupada, notando que me estaba mareando.

-Sólo mareos.- Dije, yendo a una pileta del tocador. Me mojé la cara, pase mis dos manos llenas de agua fría, esperando a calmarme. La chica, como yo lo había hecho con ella, me sostuvo el cabello.

-Gracias....- No sabía su nombre.

-Clara.- Respondió, con una sonrisa. -¿Y tú?

-Un gusto, Clara.- Sonreí. -Soy Abbie.

-Siempre me gustó ese nombre.- Agarró su bolso del tocador.

-A mí me gusta el tuyo.- Yo hice lo mismo. Agarré mi mochila y la pusé en mi espalda.

-¿Quiéres ir por un café o un helado?- Preguntó, muy agradable.

-No me gusta el café, pero vayamos por el helado.- Respondí. Ella se puso a mi lado y me tomó del hombro.

-Al fin sé de alguién que odia lo más asqueroso de la vida.- Sonrió.

No sé, pero siento que esta chica y yo seremos muy buenas amigas.

...

Estábamos a unas dos o tres cuadras de sony. Los chicos no me habían llamado por teléfono y habían transcurrido unos treinta minutos desde que me fui del estudio.

-¿Y qué hacías en los estudios de sony?- Pregunté.

-Estaba audicionando para ser la modelo en un video.- Respondió.

-¿Ah, sí?- pregunté. -¿De quién era el video?

-De Maluma.- Respondió, con una sonrisa inmensa.

-Es tu ídolo, ¿verdad?- Cuestioné, una vez más.

-¿Se nota mucho?- Preguntó, avergonzada.

-No, no te preocupes.- La alivié.

-¿Y tú que hacías en sony?- Preguntó.

-Mis amigos y mi padre trabajan allí.- Respondí, acordándome una vez más de Christopher y los chicos.

-¿Tus amigos?- Preguntó, tomando de su helado de dos bochas.

-Sí, CNCO. ¿los conoces?

-Ellos todavía no buscan modelo, sino...- Fue su respuesta, dándome a entender que también es fan. -Ojo, tampoco soy fan.- Me cambió de parecer.

-Lo extraño es que los vi hace una hora por los estudios y luego se esfumaron.- Pensé en voz alta.

-¿Los llamaste?- Preguntó.

-Llamé a Christopher, pero no atendió y no quiero sonar intensa.- Repondí. -Además, no tengo ni una sola llamada de parte de ellos.

-¿No quieres ir a ver que pasó?- Preguntó, terminando una de las bochas.

-No creo que sea algo grave...-Pensé, más bien, era como una pregunta a mi misma.

-No estás tranquila, es mejor ir...- Aseguró.

No tuve remedio. Debí acéptarlo. Estaba más que preocupada por ellos.

Iba corriendo con una extraña por las calles de Miami hasta el estudio de sony en busca de una banda de chicos famosos. Mi vida si que dió un gran giro.

Al ingresar a los estudios, en la entrada pude ver a Renato, con un teléfono en mano y un rostro fruncido... estaba enojado.

-¿Dónde están los chicos?-Preguntó, dejando a un lado su teléfono.

-Eso mismo me pregunto yo.- Respondí.

-Iré a ver a los policias de la puerta, quizás los vieron.- Dijo, marchando a la puerta de los estudios de sony.

Clara y yo nos quedamos solas y preocupadas.

-¿Tienes ídea de que habrá pasado?- Preguntó, pensando.

-No...ellos no me han dicho nada.- Dije, sacando mi teléfono. Está vez decidi llamar a Joel, que es él más atento de los cuatro. -Llamaré a uno de los chicos.

El teléfono marcó a Joel y eso indicaba que su celular no estaba apago, es una buena señal...

-¿Abbie?- Preguntó, la voz de Joel. La preocupación se estaba esfumando poco a poco.

-¿Dónde están?-Pregunté, la cara de Clara estaba atenta.

-En el hospital.- ¡Ay! Véngame preocupación.

-¿Cómo qué....?-Pregunté, pero una voz del otro lado me interrumpió.

-No, Abbie, no te preocupes.- Joel me calmó, notando que estaba preocupada. -Si quieres nos vemos en la casa.

-¿Están todos bien?- Pregunté.

-Sí, Abbie, tranquila.- Respondió Joel y pude escuchar de fondo la voz de Erick.

-¿En qué hospital están?- Pregunté, una vez más.

Joel me dió el nombre del hospital y cuando terminé de comunicarme con él, Renato entró.

-Los policias dicen que los vieron. Iban con una chica, una embarazada.- Renato estaba nervioso.

-¿Una embarazada?- Pregunté, tratando de entenderlo todo.

-Sí, ¿tienes ídea de quién puede ser?- Preguntó el manager de mis amigos.

-Joel me dijo que están en un hospital y tú que salieron con una embazarada.- Formulaba una teoría en voz alta. -¿No crees que puede ser la mamá del bebé qur Chris nos nombró hace un par de días?

-Claro, ¿Te dió la dirección del hospital?- Preguntó.

Al darle la dirección y el nombre, me pidió que fuera a casa, aunque no tenía ganas.

-Creo que ya es nuestra hora de despedirnos.- Dijo, Clara, triste.

-¿Por qué lo dices, Clara?- Pregunté.

-Pues, porque debes irte y no creo que podamos vernos otra vez.

-No, ¿no quiéres salir a cenar?- Pregunté, viendo la hora. Eran las siete de la tarde.

-¡Claro!- Ella ya estaba felíz otra vez.

Nos dispusimos a salir de los estudios de sony music, de la mano, hablando y riendo.

No Me Sueltes. -CNCO. Where stories live. Discover now