Capítulo 20 : En la fiesta de Ricky.

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Luego de bañarme y darme una siesta larga, desperté por los llamados a mi puerta.

-¿Sí?- Pregunté.

-Linda, soy yo.- La voz de Joel inundó mis oídos.

Abrí la puerta de la habitación y Joel me sonrió.

-¿Estabas durmiendo?- Preguntó.

-Descuida ya tenía que levantarme, dormi demasiado.- Le sonreí.

-Tienes suerte de poder despertar de esa forma, la gente normalmente no escucha las alarmas.

Reí y lo invité a pasar y él asintió.

-Quería decirte gracias.- Dijo, una vez en mi cuarto.

-¿Por qué?- Recordaba una buena acción.

-Tú has hecho que Erick y yo volvamos a querernos sin fronteras.- Joel tenía una sonrisa inmensa en todo su rostro, no sólo en sus labios, sino hasta en sus ojos.

-Sólo le dije que te explique todo, que tú entenderías y lo siguiente fue acto de él y tuyo.- Sonreí a mi amigo.

-De todas formas fuiste un motor, Abb.- Apoyó su mano en mi hombro. 

-Ustedes son mis amigos y quiero que estén bien y sean felices, siempre estaré que me necesiten.

-Te lo agradesco demasiado, Abbie.- Me tocó una mejilla cariñosamente. -Renato me pidió que te llamara porque iremos a la fiesta de Ricky en una hora y media.

-¿Una hora y media?- Pregunté.

-Sí, ¿no te alcanza el tiempo para arreglarte?- Preguntó, burlándose amistosamenre.

-No te me burles, Pimentel.- Me hice la enfadada.

-Ya, lo siento, lo siento.- Se disculpó, haciéndose el apenado.

-No, ya me has disparado con tu bala.- Me toqué el corazón y puse una cara de drama.

-Te dicen la drama queen, ¿eh?- Se burló, otra vez.

-Así es, la one.- Joel y yo no dejábamos de reir a carcajadas.

-Ah, Abb.- Joel abrió bien grande sus ojos, recordando algo. -Tengo que alistarme.

-Bien, yo también.- Dije, despidiéndome de Joel que se estaba yendo de mi habitación.

Decidi no bañarme ya que hace unas horas lo había hecho y luego de eso me había ido a dormir.

Comencé por la ropa.

Abrí el closet y preparé en mi cama un short negro, con dos volados alrededor que lo hacían ver pollera y un top-remera negra.

Pusé crema hidratante por todo mi cuerpo y luego me coloqué toda la ropa. Luego unos tacones, también negros.

El peinado no era un problema. Cabello suelto y un mini-rodete en el centro.

Me vi al espejo y me sentía segura y confiada para al fin conocer a la familia Montaner y a...Zabdiel.

La hora y medía había transcurrido sin que yo me hubiese dado cuenta. Solo tomé un bolso, puse mi celular, desodorante, colonia y pañuelos. Ya eataba lista.

Abri la puerta de mi habitación y bajé escaleras. Cinco señores apuestos vestidos de traje me estaban esperando con una sonrisa cada uno.

-Estás hermosísima, Abbie.- Dijo, Richard.

-Gracias, Richard.- Le agradecí con una sonrisa.

-Ya nuestra madrina está lista para casarnos, Joel.- Le susurró Erick al oído a su novio. Joel sólo se sonrojó y me sonrió.

No Me Sueltes. -CNCO. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora