No Me Sueltes. -CNCO.

Capítulo 31 : ¿Esto es una explicación?

-Abbie, yo no te quería lastimar, al contrario...

-Pero lo hiciste, Chris.

-Te quiero pedir perdón, Abbie, tú eres muy importante para mí y solo trataba de mejorar para estar a tu lado y hacerte felíz, como te lo mereces.

No tenía más que decir, asi que me dí vuelta y abrí la puerta de mi habitación para entrar, pero él me siguió y me empujó adentro. Cerró la puerta y me miró.

Estaba parada y él se acercaba lentamente hasta mí.

-Abbie, por favor, te amo.- Suplicaba algo, pero no sabia qué.

-¿Y qué quieres que haga? Tú me estuviste ignorando todo este tiempo y...- Tomé aire para seguir. -me lastimaste.

-Eso es lo que menos quiero.

-Parecía lo contrario.- Dije.

-¿Puedes ponerte en mi lugar? Piensa en como me siento.- Dijo.

-No tenías por qué hacer eso, en fin, tú me podías haber pedido tiempo y explicarlo todo de una buena forma y tan solo te alejaste.

-Yo...yo te amo, Abbie y no puedo vivir sin ti.- Me tomó de la cintura y comencé a temblar.

Tenía tantas ganas de él...tantas.

Sus grandes ojos café me miraban, esperando a que dijera algo, pero no me salía nada más que un beso.

Comencé a besar rápidamente sus labios, como una loca desesperada y alterada que no tiene otra medicina. Chris hacía lo mismo. Me besaba. Metió su lengua en mi boca y luego me tiró sobre la cama. Él hizo lo mismo. Se sentó y luego yo encima de él. Comencé a hacer leves movimiento encima de él y podía sentirlo.

Seguía besándome. Causando que cada extremo de mi piel se herize. Sus labios chocaban con los mios y luego se detuvo y me miró. Me estaba pidiendo permiso a lo que yo asentí.

Me quitó el vestido que traía puesto y comenzó a hacer pequeños circulos con sus dedos en mi sujetador, luego él se sacó su camiseta y continuó besándome. Se escuchaban nuestras respiraciones agitadas y las ganas que teníamos uno a otro.

Me quitó el sujetador y quedé servida para él. Comenzó a juguetear con mis pezones y luego quitó mi encaje de abajo, quedando completamente desnuda.

Christopher se arrodilló en la cama y me miró, mordiéndose el labio inferior. Se quitó su boxer y se tiró encima mio.

-¿Do-dolerá?- Pregunté.

-Te prometo que lo haré despacio.- Murmuró a mi oído.

Comenzó.