Capítulo 19 : Una mala noticia.

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Narra Christopher

Estábamos en la entrada, todos esperábamos a Abbie y a Alex.

Esa chica me está preocupando más que nada en la vida. Erick nos dijo que Abbie lo había llamado y ella estaba con un hombre, encerrada en un departamento. Me duele pensar que habrá tenido relaciones con otra persona...

Cuando llegue deberemos hablar. Deberemos saber que pasó en realidad.

-Ahi vienen.- Señaló Renato hacía el portón, que se abría lentamente y luego el auto negro ingresaba.

-¡Abbie!- Erick corrió donde el auto había sido estacionado y abrió la puerta del copiloto donde Abbie estaba. Se dieron un gran abrazo y luego él la ayudó a bajar.

-¡Abbie!- Joel y Richard fueron corriendo hacía ella. La envolvieron en un abrazo y luego de eso, vinieron hacía mi y Renato.

Abbie me miró, diciendo un "Lo siento" en sus ojos, yo estaba dolido y no podía ir a abrazarla, aunque moría de ganas. Quiero que sepa que me siento mal y me importa más de lo que ella piensa.

-Vamos adentro, cariño.- Renato abrazó por la espalda a Abbie e ingresamos todos a la casa.

Nos sentamos en los sillones del living y Richard fue a la cocina a prepararle algo caliente que beber a Abbie, hacía frio y lo único que su cuerpo ingirió fue alcohol.

-¿Puedes contarnos que fue lo que pasó?- Preguntó Renato.

Abbie tenía cierta dificultad para hablar, estaba asustada y a la vez preocupada por mi. No dejaba de mirarme con tristeza, de seguro se preguntaba porque mi actitud en su contra. Pues, cariño, porque te amo.

-Si no quieres hablar, está bien, linda.- Renato acarició la mejilla de Abb.

-Sí.- Murmuró ella. -Quiero contarte Renato.

Su voz me preocupaba y mucho.

-Mi linda niña, vamos arriba y allí hablaremos los dos.- Abbie se paró del sillón y fue de la mano de Renato escaleras arriba.

Los chicos y yo nos quedamos solos en la sala, preocupados y tristes.

-¿Por qué te comportaste asi con ella?- Preguntó Joel, molesto.

-La preocupas, Chris.- Erick apoyó el comentario de Joel.

-Chicos, chicos, ya no importa, Abbie debe mejorar y debe decirnos que pasó.- Richard cambió de tema, para mi fortuna.

-Ella me contó y hasta escuché como un hombre no la dejaba salir de su departamento.- Dijo, Erick, con tristeza en los ojitos verdes.

-Tengo miedo de que haya pasado lo peor...- Richard estaba a punto de llorar.

No podía soportar más. Si alguién le hizo daño a Abbie se las verá conmigo.

Subi las escaleras y fui hasta la habitación de Abbie. Renato estaba en la puerta, llamando por teléfono a alguién.

-Dile a los chicos que no íremos a la fiesta de cumpleaños de Ricky.- Dijo, Renato.

-No es necesario, yo podré quedarme con Abbie en casa.- Le dije.

-Abbie es como mi hija, no puedo y ustedes pueden ir.- Renato me sonrió.

-Abbie es el amor de mi vida, no puedo dejarla sola.- Pusé mi mano en el hombro de Renato.

-Ella te quiere, Chris.- Dijo, Renato. Yo sonreí como un bobo.

-¿Puedo pasar?- Pregunté.

-Pregúntale.- Dijo, indicándome la puerta.

Renato bajó las escaleras y me dejó solo frente a la puerta de Abb. La toqué y ella la abrió, con los ojos rojos. Había estado llorando.

-Mi vida, ¿puedo pasar?- Pregunté.

Ella me miró confundida. -¿No estabas molesto conmigo?- Dió un sorbo por la naríz.

-Lo estaba.- Respondí, quitando un mechón castaño de su hermoso rostro.

-Puedes pasar.- Dijo, abriendo la puerta, dándome paso.

Ingresé a la habitación. La cama eataba bien, nadie había dormido en ella anoche...

-¿Te sientes bien?- Pregunté, tomando sus manos.

-No lo sé, Christopher.- Ella nunca me llama por mi nombre. Siempre usa mis apodos.

Me senté en la cama y sin soltar sus manos, la coloqué en mis piernas, como si fuera una niña pequeña.

-Puedes contarme que pasó, yo te apoyaré.- Dije. Ella se echo en mi cuello.

-No sé que pasó.- Explicó. -Él me dijo que había tomado alcohol y por eso no recuerdo nada.- Se quitó y me miraba a los ojos con la más profunda sinceridad.

《-Estábamos Clara y yo en el bar, luego de comer, decidimos ir a bailar y un chico se acercó a mi y me invitó a bailar...yo...yo dije que sí, pero no tenia otra intención, le había dicho qur iba a bailar con él una sola canción y terminamos bailando todas las de la noche. La estaba pasando bien y sé que eso pasó y luego, desperté en una cama que no conocía y en ropa interior. No pensé nada en ese momento, pero luego cuando vi a ese chico, a Fernando hablándome de esa forma pensé que él me habia hecho daño mientras yo estaba inconsciente, él me dijo que en la noche había tomado alcohol y por eso debió llevarme a su casa, porque no tenía como ir a la mia y luego de eso volvi al cuarto donde desperté. Estaba asustada y prendí mi celular y llamé a Erick y luego, supongo que ya sabés.-》

Me dolía escuchar todo eso. Se habrá asustado mucho, pero por lo que veo no pasó nada malo.

-¿Qué tan mal te habló ese chico?- Pregunté. Ese tema no me había terminado de cerrar, sino creería que aquel hombre quiso ayudar a Abbie.

-Me hablaba como si fueramos algo y lo hacía a veces amable y a veces ...¿salvaje?

-Ya veo.- La abracé y le dije que siempre estaría para ella.

-Hoy Zabdiel viene a Miami.- Pensó en voz alta, entre mis brazos.

-¿Tienes miedo?- pregunté.

-No.- Negó, calmada, serena y tranquila.

-¿Quieres ir a la fiesta de Ricky?- Pregunté.

-Nunca tuve tantas ganas.- Sonrió. -Pero necesito descansar.

-Te dejaré dormir y le diré a Renato que sí vamos a la fiesta de Ricky.- Dijé, depositando un besito en su cabello. La abracé y me marché de su habitación.

Bajé las escaleras y fui al salón, donde Joel y Erick preparaban divertidos el almuerzo.

-Chicos...¿Y Renato?-Pregunté.

-Creo que está en su estudio.- Respondió Joel.

Siempre supe que ambos tenían una atracción especial por el otro, pero jamás comprendi qué era amor. Creo que ellos en un futuro me pediran que sea el padrino de sus hijos.

-Bien, gracias.

Subí otra vez las escaleras y toqué la puerta del estudio de Renato.

-Pasa, Chris.- Renato estaba fatigado y algo tenso.

-¿Te encuentras bien?- Pregunté.

-Sientate en el escritorio.- Indicó.

Varios papeles estaban tendidos en el escritorio de mi manager. Una silla en frente y otra para mi. Él se sentó y yo escuché atentamente lo que me estaba por decir.

-Me ha llamado Walter.- Dijo, Renato, triste.

Walter es nuestro otro manager. Hace unos meses era el mimísimo Ricky Martin.

-¿Pasó algo malo?- Pregunté.

-Me han dicho que ya no seré el manager personal de CNCO.

El mundo me cayó encima...

No Me Sueltes. -CNCO. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora