Capítulo 10

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Preocupaciones29 de febrero

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Preocupaciones
29 de febrero

5:00 pm

Luego de años aguantando quimioterapia, exámenes y cansancio, Don había decidido tomarse las cosas a la ligera. Quería disfrutar de la vida, dar cada paso con firmeza a pesar de que una de sus huellas fuese metálica. Estaba decidido a alejar cada preocupación de su vida, a solucionar cada problema con la mejor actitud posible y a reír con ganas, porque esas le sobraban.

Después de todo, la vida es demasiado corta como para vivirla con tristeza.

Su única preocupación en ese momento era el comportamiento de su amigo, pero ni siquiera eso era capaz de bajar su ánimo. Ya había aceptado el hecho de que algo no andaba bien en él y que quizá un trastorno era la razón de su soberbia. Quería ayudarlo, siempre estaría dispuesto a hacerlo. Por esa razón, había dejado a un lado la inseguridad en cuanto al proyecto de Cloe una semana atrás.

Ahora, estaba sonriente y confiado sobre la recuperación de su amigo...A pesar de que él lo había llamado la noche anterior diciendo que no aguantaba a Cloe y a sus sesiones.

Quién tenía más preocupaciones sobre ella era Dalia. Era muy diferente a su novio, pues tenía la tendencia a preocuparse por pequeñas cosas. De adolescente, calmó su ansiedad comiendo toneladas de comida chatarra. Buscó un escape para poder sanar, para poder ser libre de unos kilos que la sofocaron durante años.

Y ese escape se llamaba baile...baile con melodías clásicas.

Para drenar sus preocupaciones, daba vueltas sobre sus puntillas, saltos elegantes y piruetas que requerían de una elasticidad que había adquirido gracias a la práctica. Aquella tarde, ella seguía la melodía de Beethoven dando giros. Esperaba poder quitarse ese peso de encima que no la había dejado dormir en toda la noche con sus pasos de bailes. Quería dejar su angustia en el suelo de madera, terminar con aquello que llevaba días encerrado en su cabeza.

Lo bueno era que, al concentrarse en la música y en sus giros, su mente se quedaba en blanco. Era libre por instantes...

Hasta que terminaba de dar el giro.

Escuchó unos aplausos tras ella en el instante en el que la música y su baile terminaron en sincronía. No necesitó voltear, encontró una mirada marrón en el espejo de la habitación. Había decidido quedarse hasta tarde en la academia de ballet en la que daba clases para bailar un poco más. Le había dicho a Donovan que regresaría un poco más tarde a casa, que no se preocupara...

Y él no se preocupó, tan solo entendió que algo no andaba del todo bien.

— Eres increíble — le dijo, una vez terminó de aplaudir —, te lo he dicho, ¿no?

— Sí, más veces de las que puedo contar — Dalia le sonrió una vez volteó para verlo cara a cara.

Cuando se conocieron, Dalia seguía luchando contra un cuerpo que detestaba. Había adelgazado, su autoestima había aumentado, pero había piel sobrando en su abdomen y brazos que hacía imposible el que ella pudiera mirarse a un espejo sin pensar en que nunca sería atractiva. Durante esos años, su imágen fue su peor enemiga.

Narciso || P.E #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora