Capítulo 13

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Te regalaría un Narciso5 de Marzo

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Te regalaría un Narciso
5 de Marzo

1:00pm

Siempre quise regalarte un narciso.

Nunca pude conseguir uno, ¿sabes? Se me hacía demasiado complicado encontrar ese tipo de flor. Así que me quedé con las ganas de entregartela, de ver cómo te la ponías en la oreja y saber que con ese pequeño detalle sobre tí, te habrías sentido tan hermosa como yo te veo.

Es que tus ojos brillan y no lo sabes. Tu cara se ilumina y tu sonrisa me quita el aliento, pero parece que no te das cuenta. Dices ser horrorosa, pero yo solo veo belleza.

Una belleza tan tuya que me hipnotiza.

Es difícil explicarte lo que no quieres entender. Estoy seguro de que podría lograr convencerte de tu belleza propia si tan solo pudiera regalarte ese narciso...pero no puedo, y solo me queda repetirte lo que veo en ti, esperando que un día lo veas tú también.

Me gustaría poder regalarle a Linda un narciso también, para que pudiese entender que tenía más belleza de la que veía en su reflejo en ese instante. Por desgracia, no encontré esa flor...lo único que le puedo dar es un narciso de músculo y hueso.

Gabe abrió la puerta de Palms pensando en que no quería entrar ahí. Había recibido las indicaciones de Cloe para asistir a ese restaurante y la castaña le dejó muy en claro que era una sesión "importante". Como sea, el chico no estaba emocionado por ella, mucho menos cuando vió que en la mesa que le había indicado no estaba ella, sino una chica con capucha que miraba con atención su propio reflejo en el servilletero, sus ganas de asistir a esa jodida sesión disminuyeron.

Sin embargo, la curiosidad lo empujó hacia ella ¿Por qué estaba ese fenómeno en lugar de Cloe?

— ¿No se supone que Cloe esté aquí? — preguntó. Ni siquiera saludó, solo soltó esa pregunta con descaro.

Linda dejó de mirar con lástima el reflejo en el servilletero y levantó sus ojos miel para observar al narciso de Cloe. Se dió cuenta de lo duras e intimidantes que resultaban sus expresiones. Incluso estando serio y sin mostrar alguna expresión en particular, parecía estar enojado. Ella respiró, hondo. Sinceramente, no le tenía miedo a Gabe...pero si le temía a sus ojos capaces de juzgar.

Por eso, no tardó en bajar la mirada y apretar contra su pecho el libro que había traído, como si este fuese capaz de protegerla.

— Las conversaciones empiezan con saludos, ¿sabes?— le dijo ella, tratando de mantener el control —. Hola, fenómeno.

Gabe suspiró con pesadez ¿Por qué la gente se estaba acostumbrando a llamarlo por apodos? Le resultaba demasiado molesto. Sin embargo, se sentó frente a ella y encaró su deformada y grotesca cara.

— Hola, Linda — respondió con fastidio —. Ahora, ¿Puedes decirme qué haces aquí?

— Aparentemente, soy tu sesión de hoy — le dijo, abriendo el libro que había traído para bloquear su mirada de la de ella —. Cloe quiere que aguantes unas tres horas conmigo de compañía sin marcharte.

Narciso || P.E #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora