Super = EL

Parte 8

Lena estaba en su oficina charlando con una vieja amiga de la universidad; Samanta Arias, ella era contable, pero Lena necesitaba una directora de confianza, alguien que no solo llevara las cuentas sino también las aburridas reuniones con el consejo.

—Así que has encontrado a tu verdadera madre y os vais a su antiguo hogar para que conozcas al resto de la familia. —dijo Sam.

—Sí, y mi novia irá conmigo.

— ¿En serio? ¿No es muy pronto para presentarle a tu familia? — preguntó sorprendida.

—No, hace casi dos años que nos conocemos, hemos sido amigas un año y pico y llevamos juntas casi un año. Vivimos juntas, conoce a mi madre y yo conozco a su familia.

—Vale, vale, hace mucho que tienes una relación, ha quedado claro.

—Es que soy feliz a su lado y el tiempo pasa volando.

—Me alegra verte así, amiga.

—Gracias. ¿Y tú qué tal?

—Bien, he estado bastante apurada con el dinero, no conseguía trabajo hasta que me llamaste, y como ves no lo rechazo, de verdad que lo necesito.

— ¿Tan mal van las cosas?— preguntó preocupada.

—Sí, Ruby está creciendo, pronto entrará en el instituto, además de que tengo una deuda etc. — suspiró.

—Bueno, ya no tienes de que preocuparte, si aceptas el puesto que te ofrezco, cobrarás más que una contable.

— ¿Crees que soy la adecuada para eso?

—Claro que si, estudiaste administración de empresas, no sé como acabaste siendo contable. Confío en ti Sam, eres una de las pocas personas que sé que no me va a traicionar por unos cuantos dólares por parte de los Luthor. —dijo Lena más seria. —en esta empresa solo confío en dos personas, además de ti.

—Uff, debe de ser horrible trabajar así.

—Te necesito.

—De acuerdo, acepto ser la directora, pero cuando sean temas muy importantes y que necesiten la aprobación de la CEO, te ocupas tú.

—Hecho. —en ese momento sonó su teléfono.

Vio el nombre de su novia en la pantalla y sonrió, contestó enseguida y su tono de voz fue muy tranquilo y meloso que hasta Sam se sorprendió.

—Hola mi amor, ¿Cómo ha ido?

—Bien, ya está solucionado, aunque cuando estés en casa tengo algo que decirte y puede que te afecte o no.

—De acuerdo, ¿pero está todo bien?

—Sí, sí. No pasa nada.

—Está bien, nos vemos esta noche.

—Te amo.

—Yo también te amo. — sonrió y colgó.

— ¿Todo bien?— preguntó Sam.

—Sí, no pasa nada. — aunque por dentro se preguntaba qué quería decirle Kara.

Kara volvió a Catco y se encontró con James.

—Hola James.

—Hola, veo que ha ido bien la misión. —dijo señalando la televisión.

—Sí, ahora iba a redactar el artículo, aunque es posible que Clark ya lo haya hecho.

—Pero está en el Planet y tú aquí.

—Pues me pongo ahora mismo. — se fue a su escritorio y encendió el portátil.