Parte 49

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—Hacía mucho que no venías, ¿tan ocupada te tienen las reliquias?

—Tenemos que ponernos al día tía, pero no aquí. — dijo Diana.

—De acuerdo. —miró al grupo. —Kora, Kara, Kon, bienvenidos, ¿los demás quiénes son?

—Nuestra familia. —dijo Kara.

—Oh, sed bienvenidas pues.

—Hola tía. —dijo Lena abrazándola.

—Lena, estás preciosa ¿te mantienes en forma?

—Claro que sí, me entreno mucho con Kara.

—Me alegro, espero que me enseñes ese entrenamiento pronto.

Diana y Kora giraron los ojos ante el comentario.

—Claro tía, te machacaré y no podrás ni tocarme, han despertado todos mis poderes, pero no los usaré contra ti, te daré ventaja. —dijo Lena sonriendo con malicia y a Kara le dio un escalofrío.

—"¿Va todo bien?"— preguntó Kora.

—"Sí".

—Vamos todas a palacio. —dijo Antíope, miró a Diana. —se sorprenderá mucho de verte y se alegrará, ahora está en el templo de Zeus.

—Ooooh, vamos seguro que cuando lleguemos a palacio mi madre ya estará de vuelta. —dijo Diana.

Se pusieron en marcha, Diana cogió la mano de Kon y siguió a su tía.

Kora dejó pasar a todas y se quedó atrás con Alura, esperaron que las demás se alejaran un poco para poder hablar.

— ¿Qué pasa?— preguntó Alura.

— ¿Puedo hacerte una pregunta?

—Claro.

— ¿Quieres estar para toda la eternidad con la familia?— preguntó Kora, estaba seria, Alura se sorprendió ante eso, no se lo esperaba.

—Pues...— miró hacia delante y vio a todas desde lejos.

—Piénsatelo, es algo importante.

—Pero yo no peleo. —dijo Alura.

—No necesitas pelear para ser inmortal, ahora no lo parece pero tenemos un futuro brillante, un futuro feliz con toda la familia, no creo que quieras perderte eso. Ya sabemos que con el tiempo perderemos a Kal-El, pero no creo que Kara quiera perderte de nuevo. Además, con el tiempo te convertirás en la única madre de Alex, Eliza es humana y en algún momento ya no estará. Creo que las dos te van a necesitar.

—Deja que lo piense, sé que tienes razón y me encantaría estar ahí con ellas para toda la eternidad, pero como has dicho, es importante y una vez que se haga, no habrá vuelta atrás.

—De acuerdo, ya me dirás algo.

—Si. —Alura no se esperaba tener esa conversación y menos con Kora, pero ella tenía ganas de estar ahí para siempre, cuidar de sus nietos, bisnietos, tátaranietos etc.

Llegaron a palacio, Kora se adelantó cuando vio aparecer a Hippolita.

— ¿Qué hace?—preguntó Antíope a Diana.

—Algo que tiene que hacer sola. —dijo Diana.

Kora saludó a la reina y le preguntó si dejaba que Diana fuera su esposa, Hippolita sonrió y aceptó. Diana al ver a su madre contenta, se relajó.

Las dos se acercaron al grupo.

—Kara, Lena, me alegra veros. —dijo Hippolita.

—Majestad. —dijo Kara.

Super = ELWhere stories live. Discover now