Parte 68

574 50 1
                                    

En otra Tierra....

— ¿Estás seguro que esto va a funcionar?— preguntó una mujer.

—Tiene que hacerlo, tenemos que salir de este lugar, ya no hay nada, y apenas hay comida para los cuatro. —explicó el hombre que estaba trabajando en algo, aunque le costaba porque sus brazos eran mecánicos.

—Tranquila, hay que confiar en el genio. —dijo otra mujer.

La mujer pelirroja se sentó al lado de la otra mujer y esperó. En ese momento apareció una mujer rubia con una bandeja, en ella tenía tres vasos de limonada.

Le entregó uno a cada una y después se acercó al hombre.

Al verlo, movió el brazo lentamente hasta que consiguió coger el vaso lo levantó de la bandeja lo alejó y se rompió.

— ¡Mierda!— gritó ya frustrado.

—Tranquilo mi amor, tiempo al tiempo.

—Pero no tenemos tiempo, Pepper. Esa es la cuestión, tenemos que salir de aquí.

—No te estreses, estás haciendo un buen trabajo de precisión con esos brazos. Sigue trabajando.

—Está bien. —se besaron.

—Alégrate hombre, al menos sigues vivo. —dijo la pelirroja.

—Como quieres que me alegre, antes era Iron Man porque usaba un traje de metal, pero ahora mis propios brazos lo son. Odio a Thanos por cortármelos.

—Tony, no puedes hacer marcha atrás, tienes que hacer caso a Pepper, con el tiempo te acostumbrarás y recuperaras tu vida diaria. — dijo la otra mujer.

—Nunca me acostumbraré, porque no puedo sentir nada, he perdido esa capacidad, no puedo sentir cuando alguien me toca, no puedo sentir cuando trato de hacer una caricia a mi esposa. Además tengo miedo de hacerle daño sin quererlo.

Continuó trabajando intentando ocupar su mente con el proyecto en vez de la desesperación. Quería seguir siendo útil.

—Esto ya está. —dijo al apretar un botón y apareció un vórtice.

— ¿Y donde dices que nos llevará?— preguntó la pelirroja.

—A otro universo. Espero que estén mejor que nosotros.

En Tierra-38...

Se abrió un vórtice en la Legión, un agente pasaba por ahí y se asustó cuando apareció esa cosa a su lado. Corrió para avisar a su jefa. Astra corrió hasta la sala de control y lo vio.

—Llama a mi familia, ya.

—Sí señora. —hizo un saludo militar y salió corriendo.

En D-Corp...

Kora vio una señal en su comunicador.

—Creo que mi tía nos reclama. —dijo Kara al mirar el suyo.

—Vamos.

Se quitaron la ropa y salieron volando por el balcón. Cuando llegaron entraron por el balcón y Astra giró los ojos.

— ¿Qué pasa?

—El edificio está justo al lado de D-Corp, ¿no podríais usar la puerta como todo el mundo?— preguntó Astra.

—No sería divertido, además volamos y hay que aprovechar eso. —dijo Kara.

—Yo estaría de acuerdo contigo Astra, pero después de tantos siglos siguiendo a mi esposa, se me han pegado sus malas costumbres y me gusta. —dijo Lena sonriendo.

Super = ELWhere stories live. Discover now