Parte 74

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Artemisa sonrió al ver determinación en su reina.

—No me extraña que Rao os tenga a todos en tan alta estima. —dijo Artemisa.

—Rao, también se mete donde no le llaman. Está arriesgando la seguridad de mi hermana y la mía, para que luchemos contra un enemigo, que sé que solo mis madres, mis tías y mis abuelas pueden erradicar solas. —dijo Astra.

—Puede que tengas razón, pero si vuestro dios os pide que ayudéis, por algo será.

—Es el dios de mis madres y de mi abuela, no el mío. —dijo Astra.

—Cleo, sin duda ella es la indicada para tener tu corazón. —dijo Artemisa, Cleo se sonrojó.

Astra se acercó a ella y le cogió de las manos.

—Artemisa tiene razón, tengo que irme, pero prometo que volveré a ti. Mientras tanto, quisiera que te ocuparas de mantener Themyscira a salvo.

—Como, no soy regente.

—Eso tiene arreglo, lo haré delante de tu madre, tiene más valor que delante de un grupo de guerreras. —dijo Astra. —Cleopatra, hija de nuestra diosa Artemisa, hija de Atenea. Te nombro regente de las amazonas, y quiero que ahora ocupes ese cargo por mi marcha repentina. —dijo Astra.

—Yo lo acepto. —dijo Artemisa sonriendo.

—Yo también. —dijo Cleo sonriendo. Astra la besó.

—Tengo que irme. —dijo Astra.

—Ten cuidado. —dijo Cleo.

—Lo tendré.

— Astra. —dijo Artemisa.

— ¿Sí?

—No digas nada sobre mi hija, al menos, no la verdad.

—De acuerdo, pero mi abuela lo detectará algún día cuando la conozca. —dijo Astra marchándose.

— ¿Qué quiere decir?—preguntó Cleo a su madre.

—Kora tiene un don, puede detectar el aura de todo ser viviente. —dijo Artemisa.

— ¿Sabrá que soy una diosa?

—Sí.

Astra escribió una carta explicando porque Cleo era la regente y sobre su ausencia, además de que esperaba que todas respetasen a Cleo. La firmó y puso el sello real y lo dejó doblado encima del trono, después usó su reloj y abrió el portal, lo cruzó y la sala quedó vacía.

En D-Corp...

Astra apareció en la azotea, bajó volando y se puso delante de la ventana de su hermana.

Kieran estaba escribiendo algo en el ordenador y la vio. Guardó el archivo y se acercó a la ventana.

Astra señaló hacía arriba y Kieran asintió. Salió de allí cogiendo el ascensor, le dio al botón del helipuerto y esperó.

Cuando llegó vio a su hermana esperándola.

— ¿Vamos?

—Espera, necesito recordar como volar. —dijo Kieran.

—Mmm, te llevo a la Legión y allí practicas. —dijo Astra.

—De acuerdo. —se acercó a su hermana y la abrazó, Astra la sujetó y salió volando hasta la Legión.

Tenían suerte de que estaba al lado, cuando llegaron a la terraza entraron sin más.

Alura y Astra se las quedaron mirando extrañadas. Las abrazaron porque se alegraban de verlas, sobre todo a Astra Jr., pero no entendían que hacían ahí.

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