𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟏

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𝕷𝖆𝖘 𝖙𝖗𝖊𝖘 𝖗𝖔𝖘𝖆𝖘

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𝕷𝖆𝖘 𝖙𝖗𝖊𝖘 𝖗𝖔𝖘𝖆𝖘

Mi madre me ha enseñado que la vida es difícil, que la gente lastima y que si te permites experimentar algún sentimiento más allá de la ira, terminarás derrotada. En mi vida no existe esa palabra o al menos no debería.
Crecer como la hija bastarda de una Reina infiel y un caballero traidor es la menor de mis preocupaciones, en mi vida, todo gira entorno a mi madre y mi hermana, su corona y sus súbditos, jamás había tiempo para la pobre Eris, la niña que nadie quería, la mujer que no siente amor por nada, el estorbo. Crecí bajo las estrictas normas de mi madre, bajo prejuicios del pueblo y mentiras de los que se suponía que estaban a mi lado, sin embargo, rescato de esa basura a mi hermana, quien apesar de todo lo que una vez se dijo de mí, siguió a mi lado, apoyándome y diciéndome lo valiosa que soy.

Mi madre, la reina Nila, es una de las personas más respetadas del país, con su gran reino y sus seguidores fieles, sus toneladas de oro y las dos hermosas hijas que posee, aunque una de ellas sea obligada a permanecer en la sombra por su sucio linaje.

Mi hermana, la princesa Gena, es una mujer fina, encantadora y agradable, es la de las sonrisas perfectas y los vestidos coloridos, la muchacha que heredará todos los tesoros de nuestra familia.
La hija mayor del reino de rosas rojas.

-Eris, apresurate, debemos ir a elegir las telas para los vestidos, ¡el baile se aproxima!.

Mi hermana brilla de emoción, el tema de los bailes le encanta, ella se viste con las telas más preciosas de todo el reino y las luce con su hermoso cabello rojizo. Le gusta desfilar por el palacio, con su clásico aire de superioridad.

De todas maneras es mi hermana y por lo tanto está dentro del listado de personas por las que mataría si fuera necesario.

-Aún faltan dos horas para irnos, Gena, ¿puedes calmarte por favor?.

Salgo del baño con una bata envolviendo mi cuerpo y me dirijo al cuarto de mis vestidos, que a decir verdad, me parece innecesario que sea tan grande, teniendo en cuenta que no suelo usar ese tipo de ropa y la poca que tengo no ocupa ni la mitad del cuarto, debería comprar más.

-Ponte algo bonito, ¡luce esas piernas chica!.-Habla mi hermana del otro lado de la puerta.

-Pasa, quiero que me des tu opinión sobre esto, realmente no sé como debo ir vestida para un lugar así, no se me dan las faldas largas...

Mi hermana entra y su rostro se enternece al verme con el vestido que escogí. Es una prenda color negro, con tonos azules. Su falda desciende desde mis caderas hasta mis tobillos, donde cae más ampliamente. Es de espalda descubierta y se sujeta en los hombros por un par de rosas rojas y pequeños destellos dorados. A los costados de mi abdomen hay sutiles aberturas que dejan ver un poco de piel, al igual que en mi muslo izquierdo. El pecho es en v con un leve escote lleno de pequeñas flores en dorado. No me considero una mujer con mucho busto pero viéndome el escote empiezo a dudarlo...

Los Juegos De ErisWhere stories live. Discover now