El chico del ascensor

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—¡Sacala de ahí!

—Pero...

—¡Pero nada, sácala! —Vuelvo a decir enojada.

—No entiendo nada.

—¡Sácala y ya!

Será lento este chico, si te digo que la saques de ahí en ese tono es porque debes hacerlo sin dar tanta vuelta.

—Ya timbramos.

—Mierda. —Susurro y me levanto.

Ashton me mira desde la puerta del cuarto, llegó a mi cuarto como buscando algo y no entiendo que.

—Suban y no por el ascensor, ¡rápido! —Exijo y cuelgo para mirar a Ash. —¿Qué?

—¿Sabes lo fácil que se podía mal pensar lo que decías? —Pregunta levantando una de sus cejas.

Pienso lo dicho hace unos momentos hacia mi hermano y es cierto. Río y le pego en el brazo al pasar por su lado.

—Que mal pensado eres Ash.

Corro a la puerta recordando la visita y abro la puerta encontrando a mi madre y hermano mirando a todos lados confundidos, aunque mi madre parece molesta.

—Hola familia. —Saludo sonriendo inocente pero mi madre me mira mal así que borro la sonrisa.

Los invito a entrar a ambos y eso hacen. Ya dentro me miran sin comprender.

Tomo aire profundo y lo suelto lentamente.

—Papá está viviendo en el departamento con su nueva pareja y ahora yo vivo aquí, ¿qué tal el clima? —Hablo rápidamente ante la atenta y fulminante mirada de mi madre.

Sonrió mientras me balanceo en mi lugar esperando a que tanto mi mamá como mi hermano salgan de su repentino shock. Ojalá Ash apareciera y aligerara el ambiente pero creo que considera esto es más de nosotros tres.

Dos minutos.

Cinco minutos.

Diez minutos.

—Hablen. —Pido frustrada al ver que no reaccionan, ni que les hubiera dicho que estoy embarazada.

—Yo los mato. —Habla mi mamá y se levanta pero es rápidamente detenida por mi hermano.

—Tu te quedas aquí mami. —Dice ahora Mateo. —No entiendo, ¿por qué no te quedaste a vivir con ellos? —Pregunta y recibe un golpe en la cabeza por parte de mi mamá.

—No quiero vivir con ellos.

Pasamos los próximos minutos hablando de lo sucedido y además les conté de la orden de mi padre de que debía darle dinero y que obviamente no se lo di y además les conté de las fotos que me saqué.

Mateo baja para ver si mi padre está y así saludarlo mientras que mi mamá y yo vamos a la cocina a hacer un postre de Arroz con leche.

—¡Ash ya puedes salir! —Aviso esperando no se haya quedado dormido.

—Hola Noelia. —Saluda sonriente a mi mamá y le da un beso en su mejilla.

—Hola chico que espero sea algún día mi yerno. —Saluda ella provocando que yo tosa muchas veces y Ashton la mire sorprendido.

—Mamá. —Reprocho, ella asiente varias veces y sonríe. Esta mujer está soñando mucho. —¿Nos ayudas? —Pregunto y él asiente entusiasta.

No entiendo dónde pretendían quedarse esos dos al venir aquí. Así que ahora nos hemos tenido que acomodar de la siguiente manera: Ashton y mi hermano en el cuarto del primero, mamá y yo en el mío.

No soy una gran fan de dormir con mi madre por un simple motivo y es que ella ronca, así que eso no me deja dormir por lo cual me he mudado al sofá.

—¿Quién eres? —Pregunto al ver una sombra, el dueño de esta suelta un bajo grito dando a saber su susto y además que es hombre.

—Amaranta, me asustaste. —Musita Ashton y se acerca al sofá. —¿Qué haces aquí?

—Mi mamá no me deja dormir con sus ronquidos, así que dormiré aquí. —Respondo y me acomodo mejor en el sofá.

—Estamos igual, tu hermano se mueve demasiado mientras duerme. —Comenta en tono cansado.

Me siento un poco mal, o sea mi mamá y hermano debieron dormir en mi cuarto y yo aquí en el sofá, sería lo justo ya que es mi familia pero a la vez no me siento tan mal ya que él se ofreció a dormir con uno de ellos.

—¿Crees que ambos podamos dormir en el sofá? —Pregunta en un tono esperanzador.

—Yo creo que si.

Miro la mejor forma de acomodarnos y al final decido que ambos en una punta con las piernas recogidas es la mejor opción. No la más cómoda pero si la mejor.

No la que quisiera.