El chico del ascensor

45

—Ashton, hoy es la muerte. —Informo apenas entro.

Ashton me mira con el ceño fruncido y deja de teclear en su laptop.

—Linda, ¿qué muerte? —Pregunta.

—Mamá organizó una cena con mi hermano, mi padre, su nueva mujer, ella y yo. —Respondo y él abre los ojos sorprendido.

No entiendo que bicho le ha picado a mi madre para querer hacer una cena con ellos dos, me parece algo muy maduro pero no le encuentro sentido.

—¿Vienes conmigo? —Pregunto haciendo uno de mis pucheros.

—Al fin del mundo.

—Podría ser literal. —Susurro y me tiro a su lado.

Ashton pone su laptop en la mesa de centro y me abraza atrayéndome a su pecho, acaricia con sus manos mis brazos de forma dulce.

—Parezco niña pequeña.

—Siempre lo pareces. —Se burla. Volteo mi cabeza para mirarlo y le saco la lengua provocando que él se ría. —Nenita.

—Idiota.

—Que linda eres. —Dice irónico y da un beso a mi cabeza

—Lo se.

—¿Crees que podamos huir? —Pregunto.

—Linda, la cena es en nuestro departamento y ellos acaban de timbrar.

—Podemos no abrir. —Me encojo de hombros a lo que él niega, da un corto beso a mis labios y camina para abrir la puerta.

No debí dejarme convencer por mi madre de hacer esa dichosa cena en nuestro departamento.

Veo a mi padre entrar agarrando la mano de Maite y ya con eso quiero irme pero claro, estoy en mi casa y encerrarme en mi cuarto seria infantil.

Tomo aire, dejo de jugar con las pulseras de mis muñecas y camino para recibirlos, tampoco seré tan grosera.

—Hola, pasen y siéntanse cómodos. 

No iba a darles el saludo del siglo con abrazos y besos y sonrisas por todos lados, tampoco soy hipócrita como para eso, aunque algunos dirían que es educación pero el saludo fue simple pero bueno.

—Quiero matar a mi madre. —Musito posando mi cabeza en el pecho de Ash.

—Relájate linda, verás que todo saldrá bien.

—No es tan fácil amor, presiento que terminará en desastre.

—¿Me dijiste amor? —Pregunta en tono alegre.

Me separo de él y lo miro, yo y mi gran bocota.

—Oh mira, el timbre, ¡Ya voy! —Aviso y salgo rápidamente a la puerta.

Tal y como dije, un desastre que debo intentar calmar.

Mi madre le grita a mi padre, mi hermano le grita a mi padre, Maite le grita a mi madre pero luego sigue comiendo, mi padre le grita a mi madre, Ashton intenta calmar a mi padre, yo intento calmar al demonio y a mi madre.

—¡Bueno ya! —Grito molesta. —¡Se callan, se sientan y se comen la maldita comida! —Grito mirándolos a todos molesta.

Ellos poco a poco se sientan y ahora solo se escucha el sonido de los cubiertos lo cual agradezco. 

Respiro hondo y me siento, pronto siento la mano de Ash agarrando la mía y le da un suave apretón.

—Así que... —Empieza mi madre tras unos minutos de silencio. —¿Ya son novios ustedes dos? —Pregunta con una sonrisa picara mirándonos a Ashton y a mi.

—Si señora. —Responde sonriente Ashton, mi madre sonríe al igual que mi hermano mientras que mi padre frunce el ceño y Maite solo come.

—Ustedes no pueden estar juntos. —Y ese es mi padre.

—¿Por qué no? —Pregunto molesta soltando los cubiertos sobre el plato.

—Mereces algo mejor. —Responde y se encoje de hombros.

Lo miro completamente molesta al igual que el resto de la mesa excepto por Maite y Ashton, este último solo mira su plato.

—Lo dice el sujeto que sale con una chica que no hace nada por la vida y él se quedó sin trabajo. —Lo miro molesta y él igual a mi. —No voy a permitirte que vengas a mi casa a insultar a mi novio cuando él es lo mejor que hay en este maldito mundo.

—¡No me hables así!

—¡Vete de mi casa! —Grito molesta. —Yo no te he dicho nada malo ni a ti ni a Maite como para que tú vengas a decir que merezco algo mejor sin siquiera conocer a Ashton. 

—Linda, cálmate. —Pide Ashton agarrando mi mano. —Señor, no me interesa si le agrado o no o si no le parezco suficiente para su hija. A mi solo me interesa lo que ella piense de mi, así que le pido por favor se vaya de mi casa.

—¡Ese es mi yerno! —Exclama feliz mi madre.