Capítulo 9

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Neo

La luz de «On Air» se apaga. Retiro el micrófono que tengo cerca de mi y retiro los cascos de mis oídos.

La conductora me mira con una sonrisa.

—La entrevista ha ido fantástico, muchas gracias por aceptar estar aquí —dice extendiéndome la mano.

La estreso contento.

—Gracias por la invitación, lamento no poder quedarme más, pero tengo otra entrevista en el piso de abajo. —Sonrío y ella asiente.

—Si, mi jefe me contó que estarías con tus hermanos. De nuevo gracias por aceptar venir al club de radio de la universidad. Sabemos que tienes un horario apretado.

Niego con la cabeza y comienzo a caminar hacia la salida.

—Nada de eso, es un honor para mí. Cuenten conmigo siempre que necesiten.

Ella sonríe en respuesta, tiene una bonita sonrisa y me siento cómodo con ella porque se nota de lejos que no me está coqueteando y eso se siente muy bien.

Me despido con la mano antes de llegar al ascensor.

Me sentí muy bien en el momento en que el Club de radio de la UCLA me invitó a ser parte de su programa de la tarde, al inicio era un poco difícil aceptarlo porque se chocaba con otro horario dentro de la agenda, pero logramos encontrar una solución con Danielle y al final pude venir como deseaba.


Al salir del ascensor cinco pares de ojos se voltean hacia mí. Mis hermanos se encuentran en la sala de espera de la radio principal de la Universidad.

Me acerco a ellos y enseguida los gemelos pasan sus manos por mi cabello convirtiéndolo en un nido de pájaros.

Los fulmino con la mirada solo para sentirme bien conmigo mismo, porque sé que no consigo nada con eso. Paso mi mano por repetidas ocasiones por mi cabello haciendo un vago intento por arreglarlo. Athan se acerca a mi pensativo.

—Enano...—Hace una pausa mientras su mirada se pierde en algún punto de la ventana. Miro en esa dirección, pero no veo nada. Vuelvo mi mirada hacia él intrigado.

—¿Qué sucede? Estás actuando extraño.

Me mira durante unos segundos. Pasa una mano por su rostro y mira alrededor.

—Enano, necesito un favor —susurra cerca de mí. Asiento en respuesta a la espera de que siga—. Eres el único que ha traído auto, necesito que me lo prestes hasta la noche.

Lo miro extrañado, primero porque es muy extraño que Athan me pida un favor y segundo porque se ve muy nervioso.

—Claro. —Saco las llaves de mi bolsillo y se las entrego—. Solo cuídalo bien. ¿Estás bien?

—Sí, es solo que debo hacer algo urgente en cuanto terminemos aquí, nada más.

Hago una mueca porque es evidente que sucede algo y me lo está ocultando, pero si no quiere decírmelo no voy a insistir.

—Vale, solo ten cuidado —Es lo único que le digo.

Los conductores del programa al que venimos salen en este momento llamando nuestra atención.



Apolo ve con el ceño fruncido a Athan irse en mi auto cuando salimos de la estación de radio.

—Dijiste que no sabes a dónde va —No estoy seguro si es una pregunta o una afirmación.

—Ya te lo dije, no lo sé.

SAGA LUX II | El amor de NeoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora