Capítulo 32

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Sarah

No tenía la menor idea de por qué estaba haciendo esto. Debía dejarlo estar y ya, pero no ahí estaba yo de nuevo por enésima vez buscando el nombre de Neo Lux en google con la esperanza de saber algo de él. De ver una fotografía nueva en sus redes que se habían mantenido detenidas desde el último escándalo o de alguna noticia donde lo hubieran visto. Algo, simplemente algo.

Pero nada había cambiado en las últimas dos horas, estaba cayendo bajo, muy bajo. Claro que podía llamarlo o enviarle un mensaje y podría saber todo de primera mano, pero no. Ahí estaba yo revolcándome en mi orgullo, uno que no tenía ni idea que tenía. En algún punto de estos días las llamadas de Nei cesaron, también sus mensajes e intentos contactarme. Lo primero que se me vino a la cabeza es que le había pasado nada, pero al no tener ninguna noticia lo descarté por completo.

Estaba tan tentada a hacer una ridiculez como llamarlo y fingir que me equivoqué que comenzaba a aterrarme de las ideas que formaba mi cabeza. Pero no iba a caer tan bajo, primero muerta.

Tiro el celular hacia la cama fastidiada. Jamás en mi vida me había comportado de una forma tan visceral, por momentos no sabía ni siquiera qué era lo que en realidad me molestaba. Estaba siendo celosa, posesiva de alguien que no era nada mío y es más, aunque lo fuera no tenía el derecho de ser así. Me siento ridícula y patética, pero al mismo tiempo en alguna parte de mi cabeza todo tiene una buena justificación.

Llaman a mi puerta y no puedo evitar hacer una mueca de fastidio, quiero estar sola, aunque en el fondo muy en el fondo no lo deseo.

—Pase.

La puerta se abre y lo primero que veo es una botella de vino tinto, mi favorito si debo recalcarlo, luego de esto el rostro sonriente de Athan aparece en mi campo de visión.

Sonrío verdaderamente por primera vez en semanas al verlo.

—Esa es una buena forma de recibir a alguien. ¿Cómo sigues, princesa?

Acorto la distancia entre nosotros como puedo y le planto un besazo en la mejilla, muy contenta por verlo y tenerlo aquí.

—Pues he tenido días mejores, pero creo que de los últimos este se lleva el premio.

Él sonríe logrando iluminar esos ojos azules en los que me encantaba perderme tiempo atrás.

Entra y cierra la puerta detrás de sí.

—Tu padre fue quién me recibió. Fue extraño. Es como si mágicamente comencé a agradarle.

Niego con la cabeza. Me acerco hasta la cama y tomo asiento mientras observo como Athan se mueve con total confianza sirviendo el vino en las dos copas que traía en su otra mano. Me extiende una y choca ligeramente con la mía.

—Por tu pronta recuperación —dice y bebe de su copa sin despegar su mirada de mí.

—Por tu cumpleaños.

Ríe, pero no agrega nada más. Toma de su copa con lentitud disfrutando del sabor del vino. Hay algo diferente en él algo así como si paz emanara de él.

—¿Qué sucedió contigo? Estás distinto...

—Me lo han dicho mucho estos días. Y yo también lo pienso, me siento más ligero y feliz.

—Supe que te reuniste con...

—Jonás. Sí, lo hice. No pensé que fuera a ser tan reparador hacerlo.

—¿Pudieron arreglar lo suyo?

Sonríe y niega con la cabeza.

—No había nada que arreglar, me di cuenta en el momento que lo tuve frente a mí, que lo que había existido entre los dos estaba destinado a hacer un recuerdo. No podría explicártelo, pero en ese momento todo tuvo sentido. Me di cuenta que en el tiempo que estuvimos separados comencé a idealizarlo, a idealizar lo que teníamos cuando realmente mi cabeza estaba jugándome una mala pasada.

SAGA LUX II | El amor de NeoWhere stories live. Discover now