Caribe

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Llevábamos una semana en la Habana, residiendo en un lujoso palacete como invitados. Desde allí se veían unas vistas preciosas de toda la ciudad, con el mar de fondo.

Llegando el atardecer estaba en mi habitación, leyendo de espaldas a la ventana, cuando la puerta se abrió de repente. Valkyria estaba detrás, con una sonrisa de oreja a oreja.

- ¡Ismael! - exclamó - ¡Mira por la ventana!

Me giré y vi, en el horizonte, el aparejo de un enorme navío de línea, El Echeyde.

- Por fin llegan, tanto lujo empezaba a aburrirme - respondí.

- ¡Vamos! Tenemos que prepararnos para partir en cuanto lleguen.

Al poco que llegaron al puerto volvimos a embarcar, entre aplausos y celebraciones de nuestros compañeros. Y tan pronto como llegaron, partimos de nuevo hacia el horizonte.

Por la noche Valkyria y yo nos reunimos con el Capitán, Gaia y el resto de oficiales para cenar.

- Buenas noches. - empezó el Capitán - Por lo que me ha contado Gaia, sabemos dónde se esconde la flota de fénix.

- ¿Cómo lo han averiguado? - pregunté.

- Cuando se marcharon a bordo del fénix original, - respondió Gaia - Rik y Rok se infiltraron en otra de las fragatas. Estuvieron escondidos en la bodega durante días hasta llegar a donde se ocultan: una cueva en una pequeña isla del Caribe. Robaron un mapa y una goleta durante la noche y volvieron a São Luis.

- Tampoco fue demasiado complicado - dijo Rok, que acaba de entrar en la habitación,  con una falsa humildad.

- Ay, cállate. - respondió Rik, detrás de él - Siempre fardando.

- Tomen asiento. - invitó el Capitán - Bueno pues con la llegada de los hermanos creo que podemos comenzar a hablar de lo que haremos.

- Sí - respondimos todos, menos Valkyria que se mantuvo en silencio.

- Teníamos pensado navegar hasta el otro lado de la isla, - comenzó a explicar Gaia - y durante la noche entrar en la cueva y quemar todas las fragatas que veamos. Ivar, ¿lograste hablar con la flota española?

- Sí, - contestó el oficial - pero no podrán ayudarnos. Ha empezado una guerra civil y están las cosas un poco tensas.

- Tendremos que hacerlo solos. - continuó la contramaestre - Cuando estén calcinados los barcos dentro de la cueva, meteremos El Echeyde y esperaremos a que llegue el fénix original, y lo hundiremos.

- La idea es no dejar supervivientes. - siguió el Capitán - Es un poco salvaje, pero viendo el historial que tienen...quizás no es lo mejor dejar cabos sueltos.

- Ya. - interrumpió Valkyria secamente - Seguro que es por eso.

- Lo es - respondió el Capitán, tragando saliva.

Tras un silencio incómodo el Capitán dio por terminada la cena y salieron todos de la sala, menos Valkyria y yo.

- ¿No les vas a decir nada? - preguntó Valkyria al Capitán.

- Valkyria...es mejor que atendamos ese asunto después de esto - respondió

- Por supuesto, no vayamos a joderle la posibilidad de seguir cubriéndose el culo.

- Entiendo que estés molesta, pero esto ya no es El Fénix Negro. Soy tu capitán, y en mi barco debes tratarme como tal.

- ¡Y una mierda! Mi capitán, el Capitán, era una persona honesta, honrada y admirable. Tú no eres esa persona. Tú eres Ancor, y Ancor no es mi capitán.

Madera y velasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora