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Me había levantado justo a las cinco de la mañana, al llegar veo como los otros tres también lo hacían siendo el rubio y la pelirosa los únicos que aún tenían sueño, aunque debo admitir que también lo tenía no era demasiado.
Llevábamos allí ya unas horas, un pequeño tic aparece en mi ojo derecho al escuchar la voz del maestro.
—Buenos días a todos. ¿Listos para su primer día?
—¡Oiga! ¡Llegó tarde! —recriminaron Sakura y Naruto.
—Perdón, un gato negro se me atravesó en el camino así que tuve que tomar el sendero largo. —se excusa—. Bien. Vamos a comenzar.
Él camina hacía un tronco para poner un cronómetro.
—Esta puesto para medio día. —dice y después enseñarnos tres cascabeles—. Su misión es muy sencilla, tienen que quitarme esos cascabeles, de eso se trata todo. Si no han logrado quitármelos al medio día se irán sin almuerzo, van a estar atados a esos postes y verán cómo me como mi almuerzo frente a ustedes.
Hago una mueca al escuchar eso.
—Es por eso que nos pidió no almorzar. —pienso.
Y para el colmo, termine haciendo caso a sus ordenes.
—Un momento, nosotros somos cuatro y sólo hay tres cascabeles. —dice Sakura provocando que me fijará en ello.
Vaya, al menos es observadora.
—De esa manera alguno de ustedes terminará atado y descalificado por fallar la misión, ese uno volverá a la academia. —dice Kakashi haciendo resonar esos cascabeles—. Pero claro, cualquiera de ustedes puede resultar suspendido. Pueden usar cualquier arma, incluyendo la shuriken, si no están preparados para matarme, no serán capaces de quitármelos.
—¡Esas armas son muy peligrosas, sensei!
—En especial cuando no pudo esquivar ese borrador. —se carcajea Naruto.
—Los payasos de clase generalmente son los más débiles, son fácilmente ignorados y por sus calificaciones tan bajas son perdedores. —contradice Kakashi para sorpresa de Naruto—. Cuando diga comiencen, pueden empezar.
Con rapidez el rubio toma una kunai para ir hacía Kakashi, realmente es estúpido el que haya hecho eso, él solo contra un jonin era realmente fácil saber quien ganaría. Pues el mayor había tomado la muñeca de Naruto para que apuntar a su nuca.
—No sé apresuren, no he dicho comiencen aún. —anuncia soltado a Naruto y que nosotros nos alejáramos—. Pero tú viniste a mi con la pura intención de destruirme, así que, ¿Cómo puedo decir esto? Están comenzando a caerme bien muchachos. ¿Listos? Y comiencen.
Al dar la señal, me escondo en la cima de un árbol y ver lo que ocurría, el muy idiota de Naruto volvió a enfrentarlo de forma directa sin haber aprendido lo de la vez pasada. Un tic se apodera de mi ojo al ver como el idiota del rubio salía volando cuando Kakashi enterró sus dedos en su trasero.
