CAPÍTULO 5

412 44 8
                                    

Con el pasar de los días me fuí ganando el desprecio de Mimi cada vez más, pero el cariño de John crecía de la misma forma.

A esta altura ya podía decir que era una especie de novia de John, aunque no se había planteado el asunto, íbamos a todos lados juntos de la mano y estaba segura de que no se veía con otras chicas. En el único momento en el que no estábamos juntos era cuando se iba a casa de Paul a componer o a ensayar con la banda. Sota no me permitía acudir a este tipo de actividades, tenía miedo que mis sentimientos por Paul estropearan todo. Pero una mañana me levanté con ganas de verlo. Era la razón por la que había añorado estar en esa época ¡Y n o me permitían verlo! Me sentía fatal.

Entonces elaboré un plan bastante detallado de como hacer que Paul me conozca, así podría comenzar a verlo. Claro que podría haber ido por la fácil: decirle a John que me gustaría conocer a su mejor amigo del que tanto me hablaba y que lo invite a casa. Sería el fin de todos los problemas. Pero me dí cuenta que si conocía a Paul en presencia de John no podría disimular mis nervios. He amado a ese hombre durante toda mi vida. Siempre pensé que había nacido en la época equivocada y que deberíamos habernos cruzado de jóvenes, porque sabía que éramos totalmente compatibles. O al menos quería convencerme de eso. Era muy consciente que el Paul joven había sido un Don Juan con las mujeres, mucho más que cualquier otro miembro de The Beatles, pero no me importaba nada.

Entonces utilicé la excusa de que necesitaba un dinero extra, le pedí a MImi prestada la cocina y comencé a hornear galletas para venderlas casa por casa. Claro que esto me tomaría algún tiempo hasta que pueda coincidir con Paul... que justo esté en casa y me atienda ¡Y llamar su atención! Además seguramente John ya le habría contado toda su relación conmigo... es decir, eran mejores amigos se contaban todo.

Mimi reacia a que toque su cocina, se quedó controlandome todo el rato que demoré en hornear las galletas. Para mi suerte, siempre había sido buena cocinera así que todo salió a la perfección. Las envolví y las puse en cajas. Entonces me dispuse a salir a venderlas.

-¿Quieres que te acompañe? No conoces mucho la zona. No quiero que te pierdas. - Dijo John preocupado.

-Está bien, John. Es una buena ocasión para conocer la ciudad y dejar de perderme... en caso que no encuentre el camino de vuelta puedo preguntar como llegar aquí.

-De acuerdo. Pero no me gusta que andes sola.

-Tranquilo, Lennon. Todo saldrá bien.- Dije mientras él se acercaba y me besaba ligeramente. Aprovechando que MImi estaba de espaldas a nosotros. Pero enseguida se volteó a vernos entonces nos separamos lo más rápido que pudimos.

-John, vé a ordenar tu cuarto.- Ordenó. Claramente era una excusa para alejarlo de mi. Pero en este momento me servía porque necesitaba ir sola.

Entonces comencé a ofrecer galletas en distintas casas. Algunos me despreciaban pero en otros eran muy amables. Vendí algunas cajas. Pero debía reservarme para la casa a la cual quería llegar. Luego de un rato la encontré. Me temblaban las piernas. No sabía que hacer o que decir. Estaba totalmente nerviosa. No podía creer que estuviera tan cerca de Paul McCartney.

Respiré profundo y toqué la puerta, rogando que atienda Paul. Luego de unos minutos la puerta se abrió. Casi doy un respingo. ¡Había tenido suerte! ¡Era él!

Me observaba desde la ranura de la puerta con expresión serena. Por primera vez vi sus ojos hazel jóvenes posados sobre los míos. Sentí una sensación que era una mezcla de escalofrío y mariposas en la panza.

-Buenas tardes, lamento las molestias. Pero soy estudiante de intercambio y estoy vendiendo galletas para ganar un dinero extra ¿Le gustaría comprar una caja?

ACROSS THE UNIVERSE (John Lennon - Paul McCartney)Where stories live. Discover now