CAPÍTULO 102

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-¿Que pasó en 1974 cuando me fui?- Pregunté mientras nos encontrábamos en la puerta de la casa de John. Aún estábamos reuniendo fuerzas para tocar.

-Llevé a John a mi casa de Escocia para cuidarlo. Se quedó allí un tiempo. Nos llevamos muy bien durante su estancia. El problema era que Linda se quejaba de que yo no le ponía atención por lo que John decidió volver a Londres y al poco tiempo regresó con Yoko.

-¿Y ustedes como están?- Pregunté.

-Estamos bien, quédate tranquila.

Entonces sin decir más llamé a la puerta.

Nos atendió Annie Leibovitz. Ese día como supuse John y Yoko debían estar en una sesión de fotos con ella. Todo había comenzado como la última vez. Sentí un escalofrío correr por mi cuerpo. Vi a John vistiéndose en la sala.

-Paul, llegas justo cuando terminamos la sesión de fotos.

-No puedo creer que seas tu.- Dije yo reparando que tenía a la mismísima Annie Leibovitz.

Ella sonrió.

-Un gusto en conocerte ¿Cómo te llamas?

-Polly. Soy fotógrafa también, no tan buena como tu, por supuesto.- Dije olvidándome de porque estaba allí.

-Veo que ustedes se rodean de fotógrafas bellas.- Dijo Annie. Luego me miró a mi.- Me gustaría ver tu trabajo algún día.

-Oh, me da mucha vergüenza...

-¡Tonterías!- Dijo ella.- Y Paul, salúdame a Linda de mi parte.

Él asintió. En ese momento se acercó Yoko con una cartera colgada. Parecía que iba a salir.

Saludó con la mano y se fue. Annie salió detrás de ella.

-¿Porqué Yoko se ha ido? ¿Acaso es por mi culpa?- Le pregunté a Paul.

-Porque se va a su casa. Ya ha terminado la sesión de fotos.- Dijo él.

-¿Su casa?- Pregunté sin entender.

-Si, no vive aquí. Ella y John están separados.

-¿Que? ¡Eso no era así!- Dije perpleja.

-Bueno, las cosas están cambiando a como se supone que deberían ser.- Dijo Paul encogiéndose de brazos.- Pero probablemente vuelvan en un tiempo, como siempre lo hacen.

Entonces se nos acercó John.

-¿Y estás saliendo con alguien?- Pregunté directamente.

-Pero que concepto errado tienes de mi. No necesito estar acompañado siempre.- Dijo haciéndose el ofendido.- Pero ahora caigo en la cuenta de que estás aquí.- Dijo cambiando el tema.

-Si. Estoy aquí.- Dije tímidamente.

-¿Ha llegado el momento?

Asentí.

-¿Cuando?- Preguntó con miedo en sus ojos.

-Esta noche.

-¿Qué? ¿No me diste ni un día de anticipación para despedirme de todos los que quiero?

-Tranquilo, John. Tenemos un plan.- Dijo Paul.

-Esperen, llamaré a Julian para despedirme de él.- Dijo dirigiéndose hacia el teléfono.

Entonces aproveché para susurrarle a Paul.

-¿Pero Julian no está en Liverpool?- Pregunté.

-No. Vive aún en Kenwood con Cynthia. John no puede pasar ni un día sin verlo.

-¡Vaya que las cosas están mejores de lo que pensaba!- Dije.

-Has hecho un buen trabajo.- Dijo Paul.

Luego de un rato un joven Julian de 17 años se presentó en la casa. Era un poco extraño verlo con esa edad.

-¡Vaya que creciste! ¿Cómo está tu madre?- Pregunté.

-¿Perdona? ¿Te conozco?- Preguntó él desorientado.

Enseguida me di cuenta de mi error. ¡Se suponía que yo "Mary" estaba muerta!

-No, yo... es decir... John siempre habla bien de ella. Y me ha mostrado fotos tuyas de cuando eras niño y...

-Ella es Polly, Julian.- Me cortó John.

-Oh... si. Sé quien eres. Mucho gusto.- Dijo extendiéndome la mano.

Miré a John en tono de reprimenda. ¡Su hijo no tenía permitido saber nada!

-Solo le dije que estuvimos saliendo por unos días en Santa Monica.- Aclaró antes de que yo me ponga a la defensiva.

-Oh, claro.- Tomé la mano de Julian y sonreí.

-No te preocupes. Estoy acostumbrado. Además me alegra que papá tenga tan buen gusto.- Dijo.

Me sonrojé.

-Bueno ya está.- Dijo John sacando a relucir sus celos como siempre.- Julian, hijo. Te he llamado para darte una especie de herencia en vida.- Dijo.

Julian quedó extrañado.

-¿Que dices papá?

Entonces John nos hizo señas a todos para que lo acompañemos al estudio.

-Elige la guitarra que quieras.- Dijo.

Paul y yo abrimos los ojos como platos. Julian nos imitó.

-¿Acaso enloqueciste?- Preguntó.

John ladeó la cabeza.

-Estoy más cuerdo que nunca. Elige la que quieras, tengo muchas.

Julian comenzó a recorrer la habitación indeciso. Pero luego de un rato se decidió por la mística Rickenbacker.

-Buena elección, hijo.- Dijo abrazándolo. Pude ver como se le empañaban los ojos.

-¿Estás seguro de esto?- Preguntó Julian.

-Totalmente. Quiero que seas como yo o mejor aún. ¡Vas a ser un gran músico hijo!

Ahora a Julian se le empañaron los ojos de lágrimas también.

Volví a susurrarle a Paul.

-Esto tampoco ha ocurrido nunca. Yoko no le dejó elegir a Julian la guitarra que quería cuando John falleció.- Dije.

Pero Paul no contestó. Él también estaba conmocionado.

Luego de un rato en el que John y Julian estuvieron tocando sus guitarras e improvisando. Julian partió para su casa y John quedó solo con nosotros otra vez.

-Díganme ¿Cuál es ese plan?- Preguntó.

ACROSS THE UNIVERSE (John Lennon - Paul McCartney)Where stories live. Discover now