Polly es una actriz famosa de Hollywood, pero encuentra su vida un tanto vacía y aburrida. Su gran amiga Selena Gomez le hace saber que hay una forma de viajar en el tiempo y que así podrá conocer a quien ella considera uno de sus amores cósmicos de...
-¡Yo sabía! Olí a esa perra a kilómetros.- Dije indignada.
Maureen y Pattie se habían llevado las manos a la boca sorprendidas. Era evidente que tampoco sabían nada.
-Lo lamento. Es solo que los escuché hablando en casa la otra noche y John no ha tenido más remedio que soltármelo todo.- Explicó Cyn.
-¿Que más sabes?
-Creo que empezaron a verse hace uno o dos meses. Cuando Brian la contrató para que escriba la biografía de "The Beatles". Ella lo citó en un café para poder escribir un poco de su historia personal y la verdad es que de ahí no se han despegado más. ¿No has notado que vuelve tarde a casa?
-Imaginé que era por el disco... - Me sentía totalmente humillada. Nunca pensé que Paul me engañaría a mi.
Al mediodía bajamos para almorzar juntas en el restaurante del hotel. Las chicas querían animarme pero entendieron que no tenía ganas de salir con esta noticia. Mientras estábamos ordenando pude verla como se sentaba en una mesa cercana a la nuestra. La fulminé de arriba a abajo con mi mirada. Ella lo notó entonces se nos acercó.
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-No creerás que con el numerito que te has montado podrás terminar conmigo.- Dijo mirándome fijo.
-¿Disculpa? ¿Tu quien eres?- Dije intentando hacerme la importante.
-Tu sabes muy bien quien soy. Si tu marido se aburre de ti no me puedes culpar por entretenerlo. Gracias a ello no te ha dejado antes. Deberías agradecérmelo.
Entonces me paré y entrecerré los puños. Estaba furiosa. Podría golpearla ahí mismo. Pero Pattie se paró junto a mi y me tomó del brazo tirando para que me vuelva a sentar.
-Pero mírate nada más. No tienes ni un poquito de clase.- Dijo Francie.
-Pero yo soy la Señora McCartney y tu eres una simple ramera para pasar el rato.- Dije.
-Creo que no has sabido todo querida. Tu marido se desahoga conmigo. No quiere regresar nunca a casa porque no es feliz. Conmigo es como estar en disneyland, fíjate.
-Eso es lo bueno de Disneyland. Todos crecemos algún día y queremos dejarlo.
Se dio vuelta ofendida y se fue.
-¿Que debería hacer?- Pregunté más como un pensamiento en voz alta que como una pregunta real.
-Yo esperaría.- Dijo Cynthia.
-Yo le diría a él que lo sé.- Dijo Maureen.
-Pero ¿Y si termina con ella aquí? ¿No sería lo peor? Deben hablarlo tranquilos en casa. Aquí todo es una locura. ¿Ya has visto como es cada vez que salen?- Dijo Cynthia.
-Pero Mary tampoco puede estar tanto tiempo con esta pena adentro. Necesita hablar con su marido.- Siguió Maureen.
-Voy a pensarlo.- Dije. La verdad era que no quería verlo a Paul en estos momentos. Pero estábamos todos juntos y sería inevitable.
