ACROSS THE UNIVERSE (John Lennon - Paul McCartney)

CAPÍTULO 97

Polly's pov

-Estás exhausto. Será mejor que descanses y luego nos ocupemos de este desastre.- Dije al ver que bostezaba.

-Pero quiero disfrutar de cada momento en el que estés junto a mi.

-Mira, no tengo mucho tiempo pero no me iré en un día como la última vez.

Suspiró.

- De acuerdo pero tu te vas a la cama conmigo.- Dijo alzándome como si fuera una luna de miel.

Nos dirigimos a la habitación más "limpia" que encontramos de la casa y allí nos acostamos hasta quedar dormidos.

Cuando me desperté  John me estaba observando. Tardé unos segundos en darme cuenta en donde me encontraba.

-¿Hace mucho que estás despierto?- Pregunté.

-Hace un rato, pero no quería despertarte, te veías tan tranquila durmiendo.- Dijo.- Además hace tanto tiempo que deseaba despertarme contigo a mi lado.

Lo besé en la mejilla a modo de saludo.

-Nunca había dormido tan tranquila en toda mi vida, te lo juro.- Dije.

Él sonrió y me abrazó con fuerza.

-Fue más placentero que haber tenido sexo ¿No?

-Si. Pero lo más lindo fue la tranquilidad de que eres todo mío.- Bromeé imitando las palabras de Yoko.

Él rió.

-No hace falta que Yoko lo diga. Eso ha sido siempre así.

-No siempre. - Aclaré.

-No quiero discutir porque muero por comerte la boca.- Dijo.

Entonces no dejé que haga ningún movimiento y comencé a besarlo yo con fuerza. Atravesé mis dedos por su pelo y comencé a disfrutarlo luego de años reprimiendo el sentimiento.

Nunca lo había besado con tanta pasión y tanta libertad. Sentía que lo estaba disfrutando y que me correspondía de la misma manera.

Comenzó a encenderse y yo también pero sonó el timbre y ambos nos disgustamos, pero alguien debía atender.

-No, espera. Ya se irán.- Dijo él reteniéndome en la cama junto a él.

-Pero no, John. Puede ser algo importante.- Dije levantándome y caminando hacia la puerta principal. Él fue detrás de mi quejándose.

Abrí la puerta y se encontraban dos hombres uniformados mirándome.

-¿El señor Lennon se encuentra?- Dijo uno.

-¿Quien lo busca?- Pregunté desconfiada.

-La señora Ono- Lennon nos ha enviado. Somos el servicio de limpieza.

-Oh, si... pasen. - Dije.

John me condujo hacia el patio, donde esperamos que limpien toda la casa.

-Muero de hambre.- Dijo John.- ¿Y si vamos a una pizzería a comer?

-De ninguna manera.- Dije.- Esperaremos que terminen y te cocinaré algo saludable, quién sabe que clase de porquerías debes haber estado comiendo y bebiendo.

Él sonrió y me abrazó nuevamente.

-Me gusta que me cuides.- Dijo.- Eres la única persona que se preocupa de esa forma por mi.

-Yoko también.- Dije.

-No tanto como tu.- Dijo.

Nos quedamos abrazados por un rato largo, disfrutando el contacto físico que tanto habíamos reprimido. Estar así con John me daba paz.

Pero el empleado del servicio de limpieza nos interrumpió avisándonos que ya estaba todo. John le pagó y se fue de inmediato.

-No tienes comida en la heladera ¿No?- Dije adivinando la respuesta.

Se encogió de hombros.

-Pues vamos al supermercado por algo así te cocino bien.- Dije tomándolo de la mano. John sonrió.

Rato más tarde saboreaba su wok de verduras.

-La verdad es que no sabía que hacías cosas tan deliciosas y sanas.- Dijo él.

-Soy una caja de sorpresas.- Dije muy orgullosa de mi misma.

Pero no me dejó terminar de hablar. Se acercó hacia mi y comenzó a besarme otra vez. Sentí el calor y la adrenalina correr por mi cuerpo. Hacía tiempo que John y yo deseábamos que ocurriera y no éramos dueños de nosotros mismos.

Me alzó otra vez y me condujo hacia la habitación, que esta vez lucía impecable y cómoda para nosotros dos. Lo quedé mirando unos instantes como con vergüenza, si bien ya habíamos tenido sexo en el pasado una sola vez, ninguno de los dos lo recordaba correctamente. Ni siquiera era un buen recuerdo. Para mi se sentía como la primera vez real.

-Estoy nerviosa.- Dije.

Él se recostó junto a mi y me acarició. Me tranquilizó un poco.

-Yo también lo estoy. Siento como si fuera mi primera vez.- Bromeó.

Lo empujé suavemente por sus ocurrencias.

-Te quiero hacer mía Polly. Necesito que veas cuanto te amo. No encuentro forma de que lo entiendas.

-Hazlo.- Dije sin dudarlo.

-Gracias.- Dijo posando sus dedos sobre mi cabello con delicadeza y besándome apasionadamente. Sentía otra vez como el fuego recorría mi cuerpo. Esta situación era impostergable. Al fin íbamos a "mostrarnos todo el amor que sentíamos el uno por el otro" después de tantos años.

-Sabes ahora eres menor que yo.- Dijo entre besos.

-Cállate y haz lo que debes hacer.- Ordené.

-Está bien, sé que me deseas ardientemente pero lo bueno se hace esperar.

Volví a empujarlo pero rápidamente se puso sobre mi y comenzó a besarme el cuello. Entré en un estado de frenesí incontrolable. Quería que me haga tocar el cielo con las manos en ese mismo momento.

Y sucedió de la manera más hermosa que pudiera haber pedido alguna vez. No sabía ni donde me encontraba ni que estaba pasando alrededor yo solo sabía que John Lennon me estaba dando el mayor placer que pudiera sentir una mujer.

Estaba feliz, quería atesorar ese momento y que nunca termine. Hicimos el amor incontables veces ese día. John se excusaba con que teníamos que ponernos al día con todos los años perdidos.

Claro que nada ni nadie podría sacarnos de nuestra burbuja de amor esa vez. Éramos felices.