CAPÍTULO 14

334 38 14
                                    

Cuando volvimos a Mendips,  me despedí de John y me fui a acostar de inmediato. Me sorprendió que no insistiera en que estemos más tiempo juntos, pero imaginé que debía de estar muy cansado. Así que entré a mi cuarto y me acosté.

Pero enseguida sentí unos golpecitos en mi ventana. Imaginé lo que podía ser. Corrí la cortina y allí se encontraba él. Esperándome. Como lo había hecho la otra noche. Me apresuré a abrirla para que pueda entrar, debía de estar congelándose ahí afuera.

-¿Que haces aquí Paul?- Pregunté en voz baja. Lo que menos quería era que Mimi o John nos escuchen. Estábamos burlando al destino.

-Necesitaba verte... hablar contigo.

-¿Estas ebrio?

-Los borrachos y los niños dicen la verdad, Mary. Y la verdad es que no puedo dejar de pensar en ti. Creo que te a...

-No digas esa palabra.- Lo corté.

Pero no parecía escucharme, estaba muy decidido. Se acercó hacia mi y me besó. A diferencia de cómo había estado evitando a John los días anteriores, con él no me pude resistir. Estaba claro que tenía una debilidad suprema con Paul.

Era imposible no resistirme a sus besos. Era tan suave y delicado pero a la vez pasional. Sentía que nunca podría desprenderme de esos labios. Era adicta a ellos.

Paul se recostó sobre mi y nos seguimos besando quien sabe por cuánto tiempo. No queríamos separarnos. Era como si estuviéramos pegados para siempre. Hasta que de repente la puerta se abrió y nos separamos de golpe. Ninguno de los dos podía creer lo que acababa de ocurrir.

Del otro lado de la puerta estaba John mirándonos como si hubiera visto a un fantasma. Acto seguido, cerró la puerta y se dirigió a Paul para pegarle en la cara. Claro que Paul no se negó. Sabía que se lo merecía. Pero yo no quería que se peleen por mi así que me levanté y me puse en medio de ambos. Pero John estaba furioso. parecía que si lo provocaba también me pegaría a mi.

Entonces comenzó a caminar de un lado al otro de la habitación. Como analizando sus posibilidades. Estaba claro que acababa de sufrir un gran shock.

-¿Que demonios está pasando aquí?- Preguntó por fin. - ¿Acaso mi mejor amigo y mi novia han jugado conmigo todo este tiempo?- Estaba furioso. Y no podía culparlo.

-No, John. Claro que no. Tu y yo no estamos juntos ahora pero, déjame explicártelo...

-No. Quiero escucharlo de la boca de él.- Me interrumpió señalando a Paul.

-De acuerdo. Estoy enamorado de Mary. No puedo ocultarlo más. Y "In Spite of All the Danger" es para ella.

-¡Sabía que me mentías! ¡Te conozco a la perfección McCartney! ¡Te dije que no estabas tan enamorado de Celia para escribir esa canción!

John levantó la voz. Estaba furioso. Intente callarlo. Lo peor que podía pasar en este momento es que venga Mimi y nos eche a los tres.

-No voy a callarme, Mary. No me importa si Mimi me escucha. Tu también eres culpable aquí.

-Lo sé. Si quieres me voy ya mismo de tu casa.

-Aún no.- Sentenció. Y luego miró a su amigo.

-No puedo creer que estés haciendo esto. Eres la única persona en la que confío en este maldito planeta. ¡Me has traicionado! ¡Prometiste que aunque el mundo esté en contra mío tu serías el que esté allí siempre para mi!- Dijo John con lágrimas en los ojos. Pude notar como le dolía mucho más la actitud de Paul. Era muy fuerte el lazo que los unía a ambos.

-¡Y seguiré estando amigo! ¡Déjame pedirte disculpas y explicarte! - Paul también estaba comenzando a llorar. Comencé a sentirme de más. Era la peor persona del universo. Había hecho llorar a Paul McCartney y John Lennon. Había complicado su amistad antes de 1969. Debía hacer algo para solucionarlo de alguna forma.

-Es mi culpa, John. Yo lo besé. - Dije intentando salvar a Paul.

-Debí imaginar que algo sucedía. Me pareció tan extraño que la abraces aquel día cuando estábamos los tres aquí.- Dijo John ignorando mi comentario. Definitivamente parecía una niña en medio de la pelea de sus padres. - ¿Cuanto hace que está pasando esto entre ustedes?-

Me quedé callada. No sabía que contestar. Entonces Paul se limpió una vez más las lágrimas y tomó coraje para hablar.

-Desde la noche en que te emborrachaste y echaste todo a perder. La acompañé aquí y nos besamos un par de veces. Le pedí que lo ocultara de ti. Y eso hizo.

Entonces John me miró a los ojos por primera vez desde que entró a la habitación.

-¿Que tienes para decir tu de eso?- Dijo con voz quebradiza. - ¿Que tienes para decir tu que dejaste que te muestre la canción que te escribí desde lo más profundo de mi corazón? ¡Que te presente a mi madre como si fueras la mujer de mi vida!

Me sentía fatal. Si que había arruinado todo y no merecía ningún tipo de contemplación de nadie.

-Que soy una basura.

-No. Quiero escuchar tus razones. No vas a evadirme diciendo que eres una mala persona. Ni nada de eso. Quiero escucharte, Mary.

Paul estaba muy serio a mi lado y también me dirigió la mirada. Quizás quería enterarse de una vez si yo de verdad estaba enamorada de él o solo jugaba con ambos.

-La verdad es que me gustó antes Paul que tu. - Dije en un intento de sinceridad, obviando la parte de que había amado platónicamente a Paul durante toda mi vida hasta que lo conocí y comprobé que cósmicamente podíamos estar destinados a estar juntos. Claro que John hizo cara de sufrimiento. Era obvio que le iba a doler. Estaba siendo muy dura con él.- Pero lo cierto es que luego te conocí y me enamoré de ti. Nuestra relación fue de las mejores cosas que me han pasado. Pero luego volvió a aparecer Paul y todo se complicó. Creo que tengo debilidad por ambos. Y sé lo que están pensando, que soy una cualquiera, probablemente. Pero no es así. Una persona puede tener sentimientos fuertes por dos personas a la vez. Si no me creen vean cómo se están sintiendo ambos en este momento. Tu John. - Dije señalándolo. - Estás dolido porque Paul es la persona más importante en tu vida, lo quieres más incluso que a mi. Y eso no tiene connotación sexual, simplemente lo amas tanto que te duele que haya estado con la chica que te gustaba. Y tu Paul. Tu te sientes abatido porque traicionaste a tu mejor amigo, el que ha estado para ti en todo momento, que te ha enseñado a vivir la vida de otra manera. Quien te complementa en todos los aspectos. Pero también me quieres a mi. Y no sabes como manejarlo.

Ambos se quedaron callados. Estaba segura de que había conseguido llegar a ellos de alguna forma. Los conocía tanto que sabía exactamente lo que estaban sintiendo.

-Iré por té. Tenemos mucho que debatir aquí.- Dijo de repente John.

Paul y yo nos quedamos sentados en silencio esperando a que vuelva.

ACROSS THE UNIVERSE (John Lennon - Paul McCartney)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora