CAPÍTULO 19

317 26 4
                                    

Paul y yo caminamos sin cansarnos durante toda la noche por Hamburgo. Me mostró un montón de lugares en los que había estado pensando en mi. Nos besamos sin parar como locos y terminamos durmiendo juntos en mi habitación. El apartamento que rentamos con Sota y Selena tenía dos habitaciones (mi amiga y yo compartimos) pero resulta que cuando llegamos ya era de día y ellos se habían levantado. Los saludamos educadamente y nos fuimos a mi cuarto.

Por supuesto que seguimos besándonos acaloradamente durante largo rato, pero cuando la acción pudo prolongarse estábamos exhaustos, así que nos quedamos dormidos.

Cuando me desperté 6 horas después, la cabeza se me partía. Estaba en mi cama abrazada a él, quien se había quitado todo y solo estaba con su ropa interior. Yo por supuesto que estaba vestida. Me sentí extraña. No era la primera vez que dormía con un hombre, pero cada vez que estaba con él me sentía intimidada. No sé si era porque era consciente de que en realidad tenía como cuarenta y pico de años más que yo o simplemente me gustaba tanto que no sabía cómo manejarlo.

¿Podría ser suficiente para él en la intimidad? ¿O solo sería una chica más? Al fin y al cabo yo le gustaba porque era algo inalcanzable, quizás cuando las cosas se faciliten ya se deshaga de mi y ya.

Me sentí triste al pensar esto último. Estaba desarrollando sentimientos muy fuertes por él. Sentía que podían estropear absolutamente todo. Pero a la vez pensé que él podía ser de gran ayuda con la misión si se enterara de ella. Pero ¿Sería el mismo Paul si supiera la verdad del destino que le esperaba a su mejor amigo? Nosotros creíamos que la clave estaba en que ellos sigan siendo amigos, evitar que Yoko Ono los separe. Pero no sé como reaccionaría Paul al saber lo que ocurriría. Aún seguía pensando si decírselo o no. Claro estaba que rompería un millón de reglas al hacerlo. Pero ya estaba jugada. Me había descubierto.

De repente abrió sus ojos preciosos y me quedó mirando como si fuera la única cosa que existía en este mundo. Me volvía loca de solo pensar que se estaba sintiendo atraído por mi.

-Buen día, preciosa.

-Me sonrojé.

-Buen día, señor McCartney.

Entonces se incorporó y me besó en la mejilla.

-Me dan muchas ganas de saber quien soy para ti. Como me conoces. Que tan famoso soy. ¿Los Beatles han triunfado? ¿O lo hice como solista? Dímelo todo.

-Sabes que no puedo hacerlo.

-Vamos, solo dime una pista.

-Eres asombroso en cada momento de tu vida, Sir Paul McCartney.

Paul abrió sus ojos como platos y se levantó de la cama de inmediato.

-¿Sir Paul McCartney? ¿Estás jugando conmigo?

-Paul deberías cubrirte. No es que no me gustes pero aún no hemos llegado a esa instancia.

Obediente se puso su pantalón de inmediato.

-Lo lamento.- Dijo sentándose a mi lado.

-¿Cual es tu misión?

Pero en ese momento Selena abrió la puerta y nos interrumpió. Paul y yo nos quedamos como si nos hubiera atrapado en una situación bochornosa, pero solo estábamos sentados hablando: Claro que el tenía el torso desnudo, pero no era tan relevante. Sabía que para Selena no significaría mucho...

-Oh lo siento, no quería interrumpir. Yo solo quería buscar mi maquillaje. Los dejo solos de nuevo.- Dijo.

-No interrumpes nada.- Dije incorporándome y buscando en mi maleta algo para ponerme. No había desempacado nada. Esta ropa de los sesenta era bastante incómoda.

Paul comenzó a vestirse también. Y salió para dejarme espacio.

Rato más tarde salimos a desayunar a su café favorito en Hamburgo. Quería mostrarme todas sus experiencias.

-Aún no hablaste con John.- Dijo mientras estábamos sentados en una mesa bastante apartada del resto.

-Lo sé. Es que tu me has raptado desde que me encontraste.- Bromeé.

Paul comenzó a reírse y me tomó de las manos.

-Puedo raptarte más seguido si quieres.

-Dejaría que me raptes cuando quieras.

Ya no pensaba con claridad. Cada cosa que él decía me ponía peor.

-¿Vas a decirme que misión tienes o vas a seguir dilatando el momento?

-De acuerdo. Te lo diré. Pero debes prometerme que no me traicionarás nunca y que vas a ayudarme con esto cueste lo que cueste.

Entonces me tomó más fuerte las manos y me miró fijamente a los ojos.

-Estoy contigo hasta el final.

Suspiré. Estaba nerviosa.

-Mi misión es salvar a John.

ACROSS THE UNIVERSE (John Lennon - Paul McCartney)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora