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―Saldré por un momento, JiMin, necesito ir por algunos libros que dejé en la casa de una amiga, no tardo.

―Bien.

―Si te da hambre hay comida en la estufa.

―Si, tranquila.

La chica sale algo apurada de la casa despidiéndose de su hermano.
El castaño pasa a ver los detalles de la casa. Camina lentamente por los pasillos pintados de un color cafe en la parte de las paredes.

―La casa está algo... diferente. ―Dijo para si mismo paseando por el pasillo que lleva a las escaleras.

Comienza a subir por estas, comienza a ver los cambios de esa zona, tenía en los costados de la pared varias fotos de su familia, la mayoría con marcos de color negro, fotos de su mamá con Yeong, algunas de Crystal en su grupo de porristas.

Al llegar a la recámara de arriba, comienza a ver fotos y cosas nuevas. Era el cuarto de su madre, igualmente había fotos de ella con Yeong, sus cosas organizadas tal y como antes.

―¿y las fotos de mi padre? ―El castaño no buscaría entre la privacidad de su madre, sólo comenzó a quitar varias cosas que quitaban la vista de objetos, no había rastros de la foto que recuerda a la perfección donde aparace su madre en la boda con su padre, aquella foto que tanto le gustaba ver había desaparecido.

Algo extrañado baja nuevamente las escaleras, y quedando en la sala piensa qué más ver ¿Qué había pasado con el infierno de su habitación?

JiMin se acerca lentamente hacia la puerta de su antiguo cuarto, con bastante temor abre finalmente la puerta y comienza a observar en su entorno.

Todos los sitios tenían algo de diferente, a excepción de esa habitación, sus cosas seguían en su sitio, en el lugar había polvo, lo cual daba a mostrar que nadie había entrado en la habitación desde hace mucho tiempo.
Sobre la mesa de noche color negro al lado de su cama aún estaba una de sus botellas de agua que tenía siempre al alcance.

Los muñecos de colección llenos de polvo pero ordenados a la perfección.

―¿Qué les costaba hacerle algún cambio... a este lugar? ―El castaño veía un cuadro con una pintura de un árbol frondoso con hojas de forma almendrada pintadas de distintos tonos de color verde y unos cuantos amarillos.

―Esta pintura... ― Mira la pintura de un lado izquierdo de la habitación.

Comienza a acercarse con lentitud hacia esta, sintiendo cierto miedo al mirarla fijamente.
Su mano se alza para tocarla, temblaba al acercarse a esa pintura, hasta dudó en hacerlo por unos momentos. Su dedo índice toca la pintura levemente.
Después de aquella pintura, ve todo su entorno nuevamente, hay muchas cosas que recuerda.

―¿JiMin?

La voz reconocida tomó por sorpresa al castaño, al voltear pudo ver el reconocido cuerpo de su madre vestida con su uniforme de trabajo, ella al ver a JiMin se emociona demasiado. El castaño agradece no haberse encontrado con la figura de Yeong en el marco de la puerta.

―¡Jiminnie! ¿cuándo llegaste cariño?―La mujer abrazaba y desordenaba el cabello lacio de su hijo.

―Hola mamá, llegué hace rato.

―¿Cómo entraste?

―Me encontré con Crystal, ella apenas salió por un momento.

―¿Y esa casualidad que vienes para acá? ―La mujer se veía realmente feliz.

―Decidí venir a visitarlos, hace demasiado que no veo a Crystal.

―Me alegra demasiado, ¿cuánto planeas estar aquí?

SOLO UNA MÁSCARA. [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora