SOLO UNA MÁSCARA. [Editando]

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Ambos caminan hacia la cama, para YoonGi era muy raro ver a JiMin de esa manera, ¿a dónde se había ido esa sonrisa característica suya que tanto le fastidiaba ver?. JiMin en todas las situaciones sin excepción alguna estaba sonriendo, la única ocasión en la que él no sonreía era cuando estaba dormido, ¿qué le pasa ahora?.

―JiMin... nuevamente hoy había una carta en la entrada, está en la mesa.―YoonGi veía que JiMin caminaba mirando hacia abajo hacia la mesa.

―Gracias, hyung.―Dijo en el mismo tono decaído.

El castaño abre el sobre de color rojo, las letras igual estaban impresas.

Lamento no hacer algo muy elaborado, pero tengo bastantes ocupaciones ahora, y sí... sé que es idiota que te mande cartas porque nos has dejado claro que eres heterosexual, no hay posibilidades que lo nuestro se haga real... porque, igual soy hombre...
Pero en serio, eres hermoso y no me detendré...

JiMin ahora no se muestra expresivo con la carta, sólo la termina de leer y la coloca sobre la mesa de noche al lado de la cama, saca otra hoja del sobre.

Cada vez que te miro
un nuevo mundo descubro
porque mi vida a cambiado
desde que te tengo a mi lado.

Al leer esto JiMin hizo lo mismo que el día anterior, sacó la misma caja y colocó el sobre con ambas notas dentro y acomodó nuevamente la caja en su lugar.

YoonGi veía cada acción que hacía JiMin, veía algo distinto.

―JiMin, no estás bien.

―¿Eh? ―Levanta la mirada hacia YoonGi. ―¿Por qué dices eso, hyung?

―No actúas como lo haces a diario.

―¿Q-Qué?

―Cuando lees cualquier nota de alguien más sonríes mostrando tus dientes, ahora tienes tu mirada... muy neutral... ―El castaño pasó saliva por su garganta, él pensaba que estaba sonriendo...

―¿Eh? realmente no me dí cuenta, hyung. ―JiMin se acomoda en su lado de la cama.

YoonGi no dice nada, la ventana de la habitación estaba con una cortina que dejaba entrar bastante la luz.
El castaño se recostó mirando hacia el techo, YoonGi como siempre mirando hacia el lado contrario a donde estaba JiMin.

"¿Por qué carajo no sirvo para otra cosa que no sea ser el muñeco sexual de todo mundo?.."

Esta no era la primera vez que a esas horas querían violar o abusar de JiMin, salía un poco y ya tenía al frente a muchos depredadores sexuales.

El castaño coloca sus brazos en su frente y tapa su boca con una de sus manos para comenzar a callar sus sollozos, las lágrimas comienzan a caer por sus mejillas mientras miraba hacia arriba.

"¡¿Por qué soy tan cobarde como para no saber defenderme?!"

La frustración llega hacia él, decide que sería mejor recostarse e intentar dormir.

El castaño mira hacia el lado derecho de la cama, comienza a ver el cabello rojizo de YoonGi caer por la almohada. El cuerpo del mayor se gira hacia la izquierda, estaba completamente dormido, su respiración tranquila y aspecto angelical cuando dormía.

―Quisiera poder dormir así de apacible como tú... hyung. ―Cierró los ojos lentamente luego de haber dicho esto en un susurro casi inaudible.

Y tal como lo temía... absolutamente nada fue distinto en la noche después de esperar bastante para dormir un poco; a final de cuentas, no es tan sencillo dormir cuando el corazón te late a mil por hora por miedo.

El recuerdo vívido que estaba teniendo era uno de los que más le quemaba el alma... tanto así que sintió por un momento que su cuerpo estaba totalmente congelado, sin posibilidades de moverse aunque sea un poco... a nadie le gustaba que le repitieran constantemente que era simplemente un objeto utilizado para satisfacer a un depravado.
Recordaba perfectamente como le suplicó que lo matara... en serio en ese tipo de situaciones la muerte parecía ser la mejor opción.

La única salvación para un infierno que absolutamente nadie pidió.

Jimin tenía 13 años y ya tenía más ganas de morir que de buscar otro camino.

El castaño se paró rápidamente de la cama con lágrimas en los ojos, su cabeza duele, tenía nauseas y su cuerpo estaba temblando.
S

e para rápidamente hacia el baño. Como era de esperarse terminó vomitando lo pco que había consumido durante el día.

"Sólo soy sólo un maldito juguete..."

Se paró del suelo y se puso frente al espejo, su rostro sudoroso, su cabello desordenado y los restos de lágrimas le hacían sentir horrible, vulnerable...
Moja su rostro con agua fría y cepilla sus dientes.

Sale lentamente del baño y toma su celular con lágrimas saliendo de su rostro.
Salió de la habitación, sin saber qué más hacer marca al número de SeokJin mientras corre hacia la esquina solitaria de la escuela.

―¿Jiminnie? ―SeokJin responde la llamada. ―Es raro que me llames a esta hora, son las cuatro de la...

―H-Hyung, ya no puedo... ¡No lo soporto! ―Estaba corriendo hacia un lado completamente solo y rodeado de pasto de la escuela. ―¡SeokJin cada vez estoy peor!

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