¡Un Phoenyx Enamorado!

Capítulo 7: "El Secuestro de Yanli"

La joven Phoenyx a su temprana edad en este nuevo mundo se volvió alguien importante para el clan Yummeng, siguiendo los pasos de Madame Yu y las enseñanzas del Líder del Clan rápidamente comprendió las estadísticas, el patriarcado, las jerarquías y monarquías del mundo, extendió su conocimiento a amplias fronteras que en tierra natal no tenía; ahora que ha sido propuesta para hacer conocer a los demás Clanes de la existencia de los Phoenyx, se dispuso a viajar dejando a su hermano menor en manos de su ahora Familia, mientras ella ampliaría los horizontes de los demás.

Partió de viaje a lado de algunos miembros del Clan Yummeng, la joven optaría por viajar sola, sin embargo, la matriarca le ordenó con su carácter no hacerlo o de lo contrario no saldría del país, acepto la propuesta y ahora es acompañada por 4 guardaespaldas.

-Les agradezco su compañía- Dijo la mujer en la Balsa de madera, los presentes la observaron detenidamente. -No quería irrumpir en su entrenamiento, yo...-

-Tenemos la orden de Madam Yu, además nosotros encantados de acompañarla Señorita- Bromearon algunos, haciéndola sentir cómoda.

- sí, no queríamos ser castigados por Zidian - Añadió otro mientras se sujetaban ambos brazos y temblando.

- Cierto, no se tienta el corazón y lo lanza con las de la ley - Haciéndo que la joven se ríese por sus quejas.

- ¡Calla!, ¡de perdido a ti no te agarro en plena madrugada! - Exclamó un joven escualido. 

- ¿Porqué en la madrugada?, ¿Qué estabas haciendo? - Pregunto uno más pachoncito.

- Salí al baño, después de que nos indicarán que no podíamos deambular por la noche, pero, me fue meramente imposible, o iba o me hacía en la cama, lo malo de eso es qué de cualquier manera, iba a recibir su castigo - Y así comenzarón a bromear, la joven dejo de prestar atención solo de imaginarse tremenda tunda que tuvo que recibir.

-Muchas gracias a todos, no sabría como agradecerles - Dedico una sonrisa amplia, los presentes guardaron silencio para escucharla, no pudieron negar el sonreír y todos animados, continuaron su arduo viaje hasta llegar a las tierras cercanas. Una vez qué descendieron de dicho bote, comenzarón su viaje a pie hacía la dirección de las tierras de Lanling Jin.

-Deberíamos de buscar un lugar donde descansar, se avecina una tormenta y no quisiera que ustedes salieran lastimados- Los miembros del Clan observaron el cielo despejado y sin mucha credibilidad. -Créanme, lloverá-

-Pero Srita, está bastante despejado; tal vez se equivoque- Pero ella negó aún con esa sonrisa en labios.

-Verán que sucederá, vengan busquemos un lugar donde pasar la noche- Siguió con su paso.

-Estamos cerca de un poblado, ¿Le gustaría que descansáramos allí?- Comentó una chica del Clan.

-Eso suena muy interesante, por supuesto, descansemos allí- Afirmaron los demás en su compañía.

-Si quería descansar, solo debió haberlo dicho Srita- Bromearon los siguientes.

-Debo cuidar de ustedes también, pero pronto verán que tengo razón- Habló con demasiado orgullo, aunque, no quería verse presuntuosa y soltó de inmedidato la risilla, cubriendo su boca con sus manos, a unos cuantos kilómetros se encontraron con dicho pueblo pero por algún motivo la Phoenyx no se sentía cómoda, detuvo su andar a unos cuantos metros de la entrada principal.

-¿Sucede algo?- Cuestionaron.

-Tengo un mal presentimiento- Observó por todos los alrededores prestando atención a cualquier semblante sospechoso, más no detectaba nada fuera de lo normal.