Capítulo 14: Huaisang El "Desertor del Clan"

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Regresaron al monte donde se estaban hospedando, lo habían ya adaptado como un hogar. Construyeron casas con arboles muertos, tejieron sus plumas y las convirtieron en cálidas mantas para la noche. 

Solían ir a cazar animales pequeños para comer y algunas veces exploraban más allá del terreno, así conseguían frutos y verduras frescas. Con sus aportes a pueblos vecinos solían conseguir semillas y también cultivaban.

Huaisang, tomo asiento sobre los escalones de dicha casa. Se podía apreciar que ya tenía algún tiempo de ser construida, en manos traía una manzana media mordida.
Esté se le había nombrado como un "Phoenyx Muerto" y otros le llamaron "Desertor" e incluso sospechaba que no dudarían en llamarle "Traidor" pero, lo único que hizo fue marcharse en busca de su hermano mayor, más nunca le encontró, así que por debajo de todo él culpaba a su clan por la desaparición de este.

-Mira, mira Huai- Observaba como los menores jugaban entre ellos, los 5 de apenas 12 años se encargaban de cocinar y limpiar, los menores de 8 años que no eran más de 4 solían darle alegría al pequeño mundo.
Los de intermedia edad de 8 a 10 años solían ser el apoyo entre cuidar a los más pequeños y asistir a la cena de la pequeña familia.

-Tengan cuidado- Cabe destacar que Huaisang había logrado hacer un campo de protección a unos cuantos kilómetros a la deriva, así sabrían si son atacados y tendrían oportunidad de escapar, sin embargo, no les han hecho siquiera una visita los forajidos.
Tal vez sepan de su localidad, más no les han tomado tanto en cuenta. Suficiente para estar ellos tranquilos.

Termino por recargarse a la pila de madera y al cerrar sus ojos nuevamente aquella escena desgarradora de cuando llego al clan, incluso logro rescatar algunas que iban preñadas.

-"Ayúdanos, por favor"- Una mujer herida y ensangrentada, yacen tiradas sobre la duela de sus casa, otras siquiera con vida y su panza se movía con fuerza, como si de su interior quisieran salir a respirar los pequeños que estas madres jóvenes tenían. No pudo más con la escena, en ciertas circunstancias decían que él era un Phoenyx cobarde, ya que nunca le gustaba ensuciarse las manos, pero los tiempos cambian y las experiencias junto con ellos.

Busco algo con que transportarlas, pero aún quedaban algunos forajidos, si tardaba más no podría salvarles, así que opto por terminar con los pocos que estaban cerca de con él, tomo una carreta cercana y con ayuda de ellas mismas les subió encima, las que yacen muertas y sus bebés a punto de perecer por igual.

Los menores que logro rescatar algunos eran hijos de algunos médicos del pueblo, con la adrenalina al máximo, el terror y el llorar les impulso a convertirse en adultos en tan poco menos de unas horas, haciendo que les ayudarán a sacar a los bebés de sus vientres.
Algunas madres lograron sobrevivir con sus crías, más no pudieron tolerar la masacre dejando a sus bebés por detrás.

-"Por favor, cuídalos"- Dejando cartas y ellas ahorcándose, saltando a los vacíos barrancos, algunas siquiera se despedían. Algunas se destruían junto a sus bebés, Huaisang ha enfrentado grandes accidentes, muertes y los menores junto con él. Se podría decir que son pocos a los que él había logrado salvar, al menos son un 3% del clan.

-¡Huaisang!- Abrió los ojos de golpe, ya que los menores gritaron como si fuesen devorados, llevo su cabeza al frente y sus manos tomaron su frente, su corazón latía a mil por hora, sus respiraciones agitadas y sudor frío.

-¿Huaisang? ¿Estás bien?- Los presentes se asustaron al verle reaccionar así, este nuevamente trato de calmarse, tomo aire consecutivamente y al levantar su rostro dedico una gran sonrisa a los pequeños.

-Por supuesto, solo fue...- interrumpido por una joven de tez blanca, trenza sobre su hombro izquierdo y color rojizo. Una de las mayores.

-¿Otra pesadilla?- Afirmo. Está tomo de sus manos y le dedico una sonrisa -Todos aún las tenemos, pero, gracias a ti, podemos enfrentarlas... ¿No crees que es momento de que enfrentes las tuyas?- Negó.

¡Un Phoenyx Enamorado!Where stories live. Discover now