Caóticos [Peligrosa obsesión]

IV. +18

Atención: este capítulo tiene contenido +18, leer bajo su propia responsabilidad

El sol en mi rostro comenzaba a molestarme, haciéndome mover para tratar de evitar los rayos de sol en mis ojos.

—Hola bella durmiente— hablo Thomas sin despegar la vista de la carretera —podría secuestrarte y te aseguro que jamás sabrías a donde te llevaría

—Lo siento, no dormí la noche anterior por toda la tarea

—Pobre de ti Liv, te juro que hoy vas a descansar— le dedique una pequeña y tímida sonrisa

Mi celular comenzó a vibrar así que lo saque del bolsillo de mi pantalón.

Mom
Hi my love, hoy llegare antes a casa, no comas que llevare comida china.
12:58 pm

Espantada cheque el siguiente mensaje que había sido enviado dos horas y media después del primero.

Mom
¡¿Dónde diablos estas Olivia?!, hoy no tenias clases y lo se Olivia, pero ¿por que carajos no estas en casa?
2:30 pm

—¿A dónde vamos Thomas?

—Estamos muy cerca de Michigan Liv, he manejado como por 40 minutos y en unos 15 llegaremos, ¿por qué? Te has puesto nerviosa cuando viste el celular

—No le he avisado a mi madre que saldría de la casa, pensé que hoy tendría turno doble— confesé preocupada

—Tranquila Liv, márcale a tu mamá y yo le dire que estas conmigo

Hice lo que Thomas me pidió y sabia que mi mamá accedería porque conocía a Thomas de toda la vida además el hecho de que yo por fin saliera de mi rutina para volver a frecuentar a las personas con las que había pasado toda mi vida antes del accidente de Holly.

Después del largo trayecto Thomas por fin había estacionado el carro en la carretera de Michigan, nuestro destino era una pequeña cabaña en la mitad del bosque propiedad de la madre de Thomas.

Recuerdo que hace un año cuando aun tenia quince años y mi hermana aún vivía, Thomas y yo pasamos varias noches aquí, nunca fuimos novios pero el amor y cariño no falto.

Al entrar a la cabaña todos los recuerdos volvieron a mi mente, la noche que pasamos juntos antes del accidente de mi hermana.

—¿Estas segura que quieres estar aquí?— veía en la mirada de Thomas la preocupación ni él ni yo estábamos preparados para volver al lugar donde todo empezó

—Me has dicho que me diera la oportunidad de superar esto, estoy bien Thomas— me acerque a él y lo abrace con toda la fuerza del mundo, lo abrace como si ma vida me fuera a separar de él, lo necesitaba más que nunca.

Lo tome del cuello con una mano y él se encargo de acercarme a su cuerpo, Thomas me hizo perder la cordura cuando paso sus labios por mi cuello, cada beso, cada caricia de Thomas era única.

—Mi madre se desmayaría si supiera que perdí mi virginidad a los quince años— él me confesó entre risas— y te aseguró que si supiera que fue contigo nos mataría— con la punta de su dedo toco mi nariz

—A la mía le daría un infarto si supiera que entrabas por las noches a mi habitación— Thomas y yo estabamos conscientes de que mi mamá moriría si se enterara que su tranquila hija ya no era virgen al igual qué el niño que había conocido desde los tres años —No es momento de lamentarse

Sin previo aviso Thomas volvió a besarme, sus besos poco a poco mientras sus manos recorrían mi espalda y los escalofríos se hacian presente en mi cuerpo sentía su aliento cálida manifestado en pequeños suspiros y mi respiración cada vez se agitaba más.

Me subí a Thomas rodeando su cintura con mis piernas sin parar de besarnos Thomas camino hacia su habitación y poco a poco me fue recostando en su cama quedando encima mío sin dejar de besar mi boca las hábiles manos de Thomas entraron bajo mi blusa con el propósito de quitarla.

—Te necesito— la respiración de Thomas le impedía hablar —Liv, te quiero y te deseo tanto

Por fin Thomas se deshizo de mi blusa y luego del brasier arrojándolos al piso dejando así mis pechos descubiertos, hábilmente yo también me deshice de su playera.

Thomas me hizo olvidarme de todo cuando con su lengua empezó a jugar con mis pezones mientras yo acariciaba su espalda y enredaba mis dedos en su despeinado cabello.

Me volvió a besar mis labios pero sus manos se dirigieron a mi pantalón con la intención de quitarlos, pero su plan fue interrumpido por una llamada.

—D-debo d-de con-contestar— dije entre jadeos

—Mierda— dijo Thomas alejándose de mi para que yo pudiera ir por él teléfono —pondré un contestador en tu teléfono que diga "soy Olivia Halls y en este momento no puedo contestar porque estoy con Thomas Byrne deje su mensaje después del tono"— yo solo comencé a reír al escucharlo imitando la voz de la contestadora

—¿Si? ¿Quién habla?— pregunte pues no había visto en la pantalla del celular el identificador de llamadas

—Olivia soy tu profesor Guillaume tienes un compromiso conmigo ¿no?

—Profesor— dije en tono bajo —y-yo lo siento, es solo que me surgieron unos problemas y antier y ayer no pude ir— confesé

—Te quiero hoy mismo en la clase de las 19:00 Olivia, y si no vienes sufrirás muchos en la siguiente clase

Antes de que pudiera responder mi profesor colgó la llamada, me provocaba un pánico terrible  cuando me amenazaba con hacerme sufrir las clases siguientes, así que busque mi ropa lo más de prisa que pude.

—Tenemos que irnos Thomas— supliqué

Todo se había arruinado gracias a mis clases de Tae Kwon Do, maldigo el día en que decidí apuntarme al tonto torneo en México, y sabía que Thomas, quien hasta hace rato estaba bastante excitado, también maldecía que yo entrenara Tae Kwon Do.