XII.

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Mi madre siempre me ha dicho que las mentiras son como una pequeña bola de nieve, y conforme sigues mintiendo la bola crecerá y crecerá, pero llegara un punto en el que ya no podrá crecer y se romperá, las mentiras tarde o temprano salen a la luz.

Thomas se sento en uno de los bancos frente a la barra y el no interfirió ni una sola vez mientras yo interrogaba al hombre detrás de la barra.

—¿Qué es lo que recuerdas?— fue mi primer pregunta
—Thomas vino y pidio dos sodas italianas con vodka, una con pulpa de fresa y la otra de tamarindo, yo las preparé y cuando al fin estaban listas las coloqué en la barra porque Thomas ya no estaba
—Yo había ido al baño— interrumpió para aclarar esa parte
—Eso no lo se— continuó hablando el barman —en lo que Thomas regresaba yo prepare otra bebida y cuando volví a voltear había un hombre que estaba mezclando algo en la bebida de color rosa, la de fresa— aclaró
—¿Y viste quien era?— pregunte aún más curiosa que al principio
—No, el hombre llevaba tapada la cara y con la obscuridad del lugar no logré ver bien

No había sido Thomas quien me drogo, pues gracias al testimonio eso había quedado claro.

Al salir del bar en mi no cabía la felicidad, pues Thomas no me había drogado y por fin después de dos años de relaciones sin un título ya éramos novios.

—Debes de dejar de confiar en ese hombre Liv, solo hace que te ilusiones
—Lo se— exclamé avergonzada
—Deja el pasado atrás

Thomas tenia razón, el pasado se debía de quedar ahí; mi hermana murió por tomar malas decisiones y yo no seguiré sus pasos, así que me deshice de cada mal pensamiento y me dispuse a encontrar al escritor anónimo de las notas para que dejara de jugar conmigo.

Thomas manejo hasta mi casa y cuando llegamos me despedí de él con un beso.

—Te veo mañana en la escuela Liv
—Claro— afirme

Baje del carro y camine a la puerta de mi casa atravesando el pasto del jardín, al abrir la puerta me encontré a mis padres en la sala de la casa, entre, cerré la puerta y caminé hacia ellos.

—Ya llegue— les avise
—Ven Olivia, necesitamos hablar contigo— me acerque y me senté en el sillón que quedaba frente a ellos
—Tu papá y yo estamos en los trámites del divorcio

Sus palabras no me sorprendieron para nada, veía venir su divorcio desde que Holly murio.

—Eso no es novedad— dije en un tono de voz gélida —¿y qué haces aquí?— pregunte mirando a padre
—Tu mamá tiene que ampliar turnos esta semana así que me quedaré a cuidarte
—Como sea— molesta me di la vuelta y subí a mi habitación

Saque mi celular para mandarle mensaje a mi novio y preguntarle si ya había llegado a su casa; suena tan lindo decir y saber que Thomas es mi novio.

Al prender el celular tenía un mensaje del hombre desconocido, esta vez no era nada importante más que una pregunta de si verdad confiaba en Thomas, así que decidí contestarle.

Para: número desconocido
Confío en Thomas porque él es mi novio, ¿y tú qué eres? Ni siquiera te conozco. No se nada de ti y no te creeré hasta que tenga pruebas contundentes y no un Photoshop mal hecho

A  los pocos minutos recibí la respuesta, y después de algunos mensajes la conversación comenzó a fluir.

De: número desconocido
¿Mal hecho? Ni siquiera se hacer Photoshop, fue una foto, una foto que le tome.
¿Pero quieres pruebas contundentes? Bien, las voy a conseguir y te las voy a mostrar para que dejes de confiar en él.

Caóticos [Peligrosa obsesión]Where stories live. Discover now