XVII.

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Desde que Thomas regreso a mi vida puso esta de cabeza, yo era un completo caos y eso lo sabía, pero con Thomas en mi vida todo era aún más difícil; por ejemplo nuestras constantes discusiones por falta de confianza y problemas relacionados a los anónimos de Santiago había hecho que mi mente se dispersara y olvidara las prioridades que tenía en los entrenamientos de Tae Kwon Do.

Después de mi discusión con Thomas regrese a mi casa implorando que mis padres no estuvieran ahí para que no me regañaran por no ir a la escuela, pero ambos se encontraban en casa.

—¿Qué haces aquí Olivia?— preguntó mi madre en cuanto me vio

—Me sentía un poquito mal y me salí de clases— me excusé

—No me gusta el comportamiento que estás teniendo últimamente Olivia, no entras a clases, no vas a entrenar y te vas a fiestas con el tal Thomas y llegas al siguiente día— hablo mi padre

—Tú— dije señalándolo —no tienes el derecho de decirme absolutamente nada, lárgate de nuevo y déjame en paz, y tú madre— deberías aprender a vivir sola y correr a este hombre— grite y enseguida subí a mi habitación

Todo estaba saliendo mal; una parte de mi sentía que Santiago decia la verdad, pero la otra no quería tentar la furia de Thomas haciendo algo que dañaría nuestra relación.

Necesitaba descansar y la única forma de sentirme un poco libre de toda la tensión y los problemas era ir a entrenar, así que me decidí a tomar un baño con agua caliente para después poder ir a entrenar.

Mientras las gotas de agua caliente caían en mi cuerpo me puse a analizar las dos partes del problema. La primera era la de Santiago y los anonimos, ¿por qué él decía saber que mi hermana no murió por las drogas?, ¿por qué odiaba tanto a Thomas?. Y la segunda y la más importante en este momento para mi era el por qué Thomas estaba en contra de todo lo que Santiago me decía; probablemente a Thomas no le agradaba la idea de todas las ilusiones que me podía llegar a hacer debido a los anónimos, pero si no me permitía escuchar la versión de Santiago nunca podría estar en paz.

Una vez fuera del baño tome mi computadora portátil y a través de Facebook escribí un mensaje para Thomas que cambiaría el rumbo de todo esto, porque si el aceptaba apoyarme todo sería más fácil.

Para: Thomas
He decidido escuchar cada detalle que tiene Santiago sobre la muerte de Holly, pero no quiero seguir peleada contigo así que te suplico 🙏🏻 que me ayudes en esto Thomas, pues se que de esa manera yo podré estar tranquila.
Te necesito.

Pero antes de tocar el botón de enviar, me arrepentí porque una parte de mi sabía que Thomas no me apoyaría, él creía que esto era una broma de muy mal gusto, y pedirle que estuviera conmigo en esto solo nos traería problemas innecesarios, así que modifique el mensaje que ahora sería para Leah y Émile, en el mensaje les pedía su ayuda para buscar algún tipo de prueba que me ayudara a descubrir si mi hermana había muerto por exceso de drogas o si la habían matado, ellos respondieron al instante accediendo a ayudarme.

—Perdón Thomas— exclamé en voz baja para mis adentros, ya que una parte de mi sabía que esto a Thomas le molestaría porque le había prometido dejar esto en el pasado, pero por más que trataba no podía, algo me decía que Santiago tenía razón.

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Antes de cambiar mi ropa habitual por el uniforme de Taekwondo me paré frente al espejo y observé mi reflejo. No podía creer que hace ocho meses era una persona totalmente diferente, lo tenía todo en esta vida; una familia unida con mamá y papá juntos, una hermana que me protegía e incluía en sus planes, y a Thomas, que aunque no era mi novio, cuando estaba al lado de él me sentía completa.

Caóticos [Peligrosa obsesión]Where stories live. Discover now