XXIII.

226 26 0
                                    

"El amor es el anhelo de la mitad de nosotros mismos que hemos perdido"

Son esos eventos en los que estás a punto de perder la vida los que te hacen pensar en si realmente estás haciendo lo correcto.

Aunque un tornado de categoría T7 no se consideraba de alto riesgo si puede causar grandes daños a la ciudad, y si te encuentras en el momento y lugar equivocado es posible que puedas salir herido.

Mis padres se encontraban separados, probablemente mi papá estaba en casa esperando a que yo llegara, y mi mamá como ya sabía se encontraba en su oficina trabajando, y yo aunque me sentía segura estando con Thomas y Margotte, la idea de que algo malo les pudiera pasar a mis padres rondaba en mi cabeza.

—Todo estará bien, confía en mi ¿si?— Thomas me consolaba, llena de miedo asentí con la cabeza, mis ojos estaban lloroso y sabía que en cualquier momento las lágrimas saldrían para recorrer mis mejillas.

Cada parte de la casa de Thomas era mucho más lujosa que la mía, inclusive su sótano, este contaba con todo para sobrevivir durante un par de semanas, tenía un sofá color lila y en frente una televisión con reproductor de películas, nos sentamos en el sofá y prendimos un pequeño radio para escuchar cuando era momento de salir.

Aunque seguramente no habría señal, necesitaba mi celular para intentar llamar a mis padres y saber que están bien... vivimos en una época donde el celular es tan importante y forma parte de nuestras vidas. De pronto mientras estaba abrazada a Thomas se me ocurrió algo.

—El celular— dije mirando a Thomas

—¿Quieres mi celular?— preguntó con una pequeña sonrisa como si se lo hubiera pedido para revisarlo

—No— respondí alegre —nadie se separa del celular, Thom ¿entiendes lo que eso significa?— pero Thomas solo me miró confundida —Holly tenía un celular y cuando nos entregaron su cuerpo ese celular no estaba

—A lo mejor se lo robaron— exclamo mirándome raro

—¡No!— dije un poco exaltada —mi hermana no murió, a ella la mataron y quien la mato debe tener su celular

—¿Crees que puedas encontrar algo?

—Por supuesto Thomas, se que había algo en el celular de mi hermana, una nota o algo

—Te prometo que lo vamos a encontrar Liv, ahora ven aquí que necesito abrazarte— me acerque como el me lo pidió y recargue mi cabeza sobre su hombro —yo haré todo lo posible por ayudarte y una vez que sepas la verdad espero que estés más tranquila

Era la una de la madrugada cuando avisaron que podríamos salir.

—¿Me podrían prestar su celular para marcarle a mi madre?— pregunté inquieta

Thomas extendió la mano y con ella me dio su celular, un celular al que no le entendía. Su celular era un iPhone y el sistema operativo de estos celulares me costaba trabajo.

Marque el número de mi mamá y después de un par de tonos me contesto al fin.

—Por Dios dime que estás bien— supliqué

—Tranquila Olí, todo esta bien, pero hay un par de arboles caídos o algunos dañados ¿podrías quedarte esta noche con Margotte?— volteó a ver hacia Margotte y en un casi susurro le pregunté, ella aceptó

—Dijo que si mom, mañana después de la escuela iré a casa

Colgué el teléfono, era demasiado noche así que Margotte me preparo una habitación para dormir, era mas que obvio que no dejaría que Thomas y yo durmiéramos en la misma habitación.

—¿Tienes un cargador que me prestes?— le pregunté a Thomas señalando mi celular

—No Liv, solo tengo cargadores de iPhone — ante su comentario me resigne a que no usaría mi teléfono hasta mañana que llegara a mi casa —¿quieres llamar a alguien otra vez?

—Si... bueno, en realidad no, antes de que se apagara tenía llamadas perdidas de Emile y Leah y quería saber que era lo que querían

—A Leah no le agrado

—Si lo sé, ella cree que te comportaste como un patan por alejarte de mi cuando Holly murió— confesé y Thom comenzó a reír

—¿Patan yo? Me disculpas hermosa dama, pero tú fuiste la que no contestaba mis llamadas, me evitas en la escuela y eso me dio a entender que necesitabas tiempo a solas— replicó

Apenada le pedí que diéramos ese tema por olvidado, y así fue.

Margotte me llevo a mi habitación y me prestó una playera para dormir, me recosté y cerré los ojos esperando quedarme dormida rápido.

Lo estaba logrando cuando sentí algo recorrer mi abdomen, sobre exaltada me levante de la cama y al mirar al lado mío era Thomas el que me había tocado.

—Me espantaste— reclame

—Solo quiero abrazarte

Me acurruqué en Thomas y al poco tiempo ambos nos quedamos dormidos.

Caóticos [Peligrosa obsesión]Where stories live. Discover now