XXVIII.

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Después de que los papás de Leah vinieran por ella, Emile me invito un rico emparedado para calmar mi hambre.

—Moría de hambre— confesé luego de terminar mi bocadillo

—Lo noté— dijo Emile con una pequeña risa —¿ya estás lista?

—Si— exclamé limpiándome con una servilleta de papel —Emile de verdad lo siento, no sabía que Thomas se iría antes si no ni siquiera hubiera venido, ahora volverás hasta Elkhart solo por mi

—No es molestia Liv, ere mi amiga y eso hacen los amigos— le dedique una sonrisa y tome mis cosas para salir de su casa

El auto de Emile era un Audi A7, y su casa era como salida de las novelas así que me entro curiosidad y no dude en preguntarle de dónde era que tenía tanto dinero.

—Ay Olivia— exclamó entre risas —yo no tengo dinero, el dinero es de mis padre así como el carro y la casa

—¡Por Dios!— exclamé —únicamente los millonarios dicen que el dinero es de sus padres— dije entre risas —¿te parece si ponemos algo de música?— pregunté cambiando drásticamente el tema

Emile accedió y me ofreció su celular para que lo conectara al carro, después de tanto pensarlo me decidí por poner The trip una canción de un grupo llamado Still Corners

—Amo, de verdad amo esa canción— dijo Emile para luego cantarla desafinadamente conmigo mientras manejaba por la carretera rumbo a Elkarth

"Time has come to go
Pack your bags, hit the open road
Our hearts just won't die
It's the trip, keeps us alive
Ooh, ooh
Ooh, ooh
Ooh, ooh
Ooh
So many miles
So many miles
So many miles
Away
They're following some dance of light
Tearing into the night
Watching you fall asleep
The sweetest dove in a dream
Ooh, ooh
Ooh, ooh
Ooh, ooh
Ooh
So many miles
So many miles
So many miles
Away"

Puedo jurar que la sensación de estar bajo el efecto de las drogas y cantar una canción a todo pulmón con la ventanilla del carro abierta era la misma.

—¿Como buscaras el celular de tu hermana?— preguntó Emile sin despegar la vista del volante

—Mis papás colocaron un chip rastreador en el celular de Holly en caso de que algo malo pasara— dije bajando la mirada

—¿Y como se rastrea esa cosa?

—¿Qué cosa?

—El chip— dijo con seriedad

—Necesito ir a una tienda de Apple para que puedan hacer el rastreo y de verdad espero que pueda saber dónde está— voltee mi vista hacia la ventanilla, lo que me gustaba de pueblos como Elkhart y Goshen eran sus grandes áreas boscosas llenas de árboles verdes

—Yo se que pronto podrás encontrar la paz que tanto anhelas Liv

De verdad deseaba encontrar esa paz, poder descansar sabiendo la verdad de la muerte de mi hermana y si era necesario hacer que el asesino de Holly pagará.

Emile detuvo el auto frente a una gasolinera, se bajó a cargarle gasolina y a su regreso se sentó nuevamente en el asiento del conductor pero esta vez no mantuvo los ojos al volante, esta vez su mirada iba dirigida a mi.

—¿Pasa algo malo?— pregunté con una pequeña sonrisa

—No— exclamó con seriedad —es solo que yo sigo creyendo que Thomas no es el indicado

—¿Por qué lo dices?— mi semblante cambio

—Olivia, desde que reapareció en tu vida sólo te ha traído malos tragos ¿además, Santiago no te dijo que dudaba mucho de él?

—Y yo dudo mucho de Santiago, ni siquiera conozco su rostro, no puedo creer ciegamente en alguien que no conozco— exclamé molesta

—Olivia— Emile se acerco a mi cada vez más —yo noto un comportamiento sumamente extraño en tu novio

—Emile por Dios deja de hacerte cuentos en tu cabeza

—¿Cuentos en mi cabeza? Sabemos muy bien los dos que no son cuentos en mi cabeza— contesto alterado —él no te merece Olivia

—¿No me merece? ¿Y según tú quien si me merece? ¿Tú?— estaba enfada con Emile por la manera en la que decía todo eso

—Yo no te merezco ni un poco porque nunca tuve la valentía de decirte cuando me gustabas, por el contrario decidí decírselo a tu amiga para estar cerca de ti

—No puedes hacerle esto a Leah

—¿Hacerle qué Olivia?— a pesar de que Emile estaba enfadado si comportamiento era distinto al de Thomas, cuando Thomas se enojaba no le importaba golpear las cosas aunque estas no sintieran nada, Emile en ningún momento dejo de ser esa persona dulce —yo adoro a Leah, de verdad lo hago pero me arrepiento de no haberlo hablado antes contigo

Me encontraba muy confundida por las palabras de Emile y a la vez sentía que traicionaba la confianza de Thomas y Leah.

Después de un trayecto lleno de un largo silencio por fin el auto de Emile se estacionó frente a mi casa.

—¿Cambiará algo entre nosotros?— pregunto avergonzado

—No, tú seguirás siendo novio de Leah y la harás sentir como la chica más afortunada o te juro que te odiaré— aun en el asiento del copiloto abrace a Emile —imaginemos que este momento de confesión nunca pasó ¿listo?

—Perfecto

Baje del auto de Emile y entre a mi casa lo más silenciosa que pude, afortunadamente no había nadie a quien darle explicaciones así que subí a mi habitación donde lo primero que hice fue cargar mi celular. Cuando esté por fin tuvo algo de batería lo prendí y mensajes de mis papás, de Leah, Emile e incluso uno de Thomas llego, pero el que más me sorprendió fue tener mensajes de mi profesor Guillaume.

Guillaume
Buenos días señorita, le recuerdo que no ha cumplido con su entrenamiento diario, recuerde que usted tiene un compromiso no solo con la competencia sino también conmigo.

Guillaume
Le pido se comunique lo más pronto posible conmigo para terminar los detalles del viaje, recuerde que para finales de diciembre todo debe estar en orden.

Me di una cachetada mental, todos los problemas en mi cabeza me mantenían totalmente distraída y había olvidado por completo mis clases de Tae Kwon Do y una parte de mi, si no es que toda sabía que las consecuencias de mis faltas a los entrenamientos serían fatales.

Caóticos [Peligrosa obsesión]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora