Caóticos [Peligrosa obsesión]

XXXV.

—Olivia necesito hacerte unas preguntas— me sentía extraña, aunque era mi casa y la conocía como la palma de mi mano, estar rodeada de extraños era una sensación desagradable —¿estás lista?— preguntó pero mi mente estaba tan ocupada pensando que mierda puedo haber estado haciendo Thomas en casa de Abby que ignore la pregunta —Olivia, ¿estás lista?— volvió a preguntar

—Si— dije despejando mi mente

—Bien, tu abogado está detrás tuyo—voltee a ver al amigo de mi padre, quien minutos antes me había dicho que contestara únicamente con la verdad —y yo grabaré todas las respuestas que me des ¿estás de acuerdo?— asentí con la cabeza

La señorita rubia que no sabía exactamente qué era si una policia, una detective o una juez suspiro y empezó a hablar.

—Hemos dado con la última ubicación del celular de tu hermana, por lo que sabemos son personas a las que tú conoces— cada palabra me intriga y sabia que no era la única, mi papá escuchaba atento, pero mi madre debido a los nervios no dejaba de darle pequeños sorbos al café —Olivia necesito que toda tu atención la centres en mi— hizo una pequeña pausa para beber de su agua —hemos detenido a los sospechosos, Thomas Byrne y Abby Prey se encuentran en nuestra lista de sospechosos, el celular de tu hermana fue encontrado en el domicilio de Prey

Puedo jurar que una parte de mi se desprendió de mi cuerpo, Thomas no podía ser detenido. Él no.

—Thomas Byrne es inocente— exclame con lágrimas en los ojos —les puedo jurar que él no tiene nada que ver en esto

—Olivia estamos al tanto de todo, los anónimos que recibiste fueron enviados como prueba y eso hace que Thomas sea nuestro principal sospechoso

—No— negué desesperada — todo ha sido un error

—Tranquila, que Thomas haya sido detenido no quiere decir que se le va a enjuiciar por asesinato, únicamente estará ahí en lo que su tutor se presenta. Quiero que me cuentes con detalle qué pasó el día que tú hermana murió

Sufrí un escalofrío que recorrió cada parte de mi cuerpo. Recordar que la mayoría de las cosas que estaban pasando en este instante eran producto de las decisiones de mi pasado, me hacían temblar.

—¿Cómo los detuvieron?— pregunté con incomodidad

—Cuando rastreamos el celular de tu hermana nos dimos cuenta de que estaba en el domicilio de Abby Prey. Y sabemos que tu hermana y ella tuvieron sus roses en la fiesta que terminó con la vida de tu hermana

—¿Y Thomas?— pregunte como si no me importara la explicación sobre Abby, y era real. No me importaba en lo más mínimo lo que le pasara a Abby, ella podría irse al mismísimo infierno si por mi fuera, pero Thomas ¿por qué diablos estabas con Abby? La foto que Emile me había dado se presentaba como una constante imagen mental que me lastimaba.

—Olivia, ambos se encontraban en el domicilio señalado, por lo que ambos fueron detenidos— estalle en llanto, todo había llegado a mi como una gigantesca bola de nieve. —escucha Olivia, soy mujer como tú y se que a veces el amor nos puede cegar, muchas veces tratamos de encontrar una razón para seguir luchando por una persona que nos lastima

—Yo no soy como usted dice— la interrumpí —yo no estoy cegada de amor, se que Thomas no asesino a mi hermana porque estuvo conmigo en todo momento. Antes de... antes d-de— quería hablar y confesar todo pero me era imposible pronunciar las palabras, simplemente no podía, era bastante doloroso recordar ese día —todos sabíamos de esa fiesta, toda la escuela sabía que era un evento bastante importante

—¿Por qué era un evento importante?— preguntó la rubia

—Por todo lo que habría ese día, el alcohol, las drogas y los cientos de alumnos que estaríamos ahí, ese día iba a quedar como uno de los mejores en la preparatoria. Holly no podía falta porque todos sus amigos irían, pero Thomas y yo decidimos pasar esa noche juntos en la cabaña de su madre, para esto fingí un insignificante resfriado, Holly pensó que me quedaría en casa a descansar y ella salió para la fiesta con sus amigas.