Caóticos [Peligrosa obsesión]

XIV.

Se puede sentir que la navidad está muy cerca porque la temperatura en Chicago comienza a descender; Leah y yo nos encontrábamos afuera del bar Barrio esperando a que llegara Émile, y ambas temblábamos del frío.

—Lo veo Olivia— aviso Leah cuando vio a Émile caminar hacia nosotras —amiga, recuerda que esto podría ser una broma, así que trata de calmarte— no podía disimular mi nerviosismo, pero hice lo que Leah me pidió
—Hola— Émile nos saludó con un cálido beso en la mejilla —entraremos al sótano del bar, estos bares están hechos para que no sepas a quien tienes en frente
—¿Es en serio?— pregunte cabreada
—Te lo advertí Olivia, no sabrás quien es el hombre de los anónimos hasta que no sea seguro, y otra cosa—hizo una pequeña pausa— tu amiga se queda conmigo

No dije nada, no había palabras que pudieran salir de mi boca.

Emile me señaló hacia qué mesa caminar y obedecí, sentía mi estómago revuelto por tantas cosas que estaban a punto de pasar.

—Olivia— la voz del hombre me dejó sorprendía —se que te preguntas porque Émile te trajo a este lugar tan repugnante que la mayoría de las personas utilizan para tocarse— la verdad no me molestaba el lugar, me era indiferente estar aquí o no estar —no sabes las ganas que tengo de decirte quien soy y aclararte todas las dudas que tienes
—¿Y por qué no lo haces?— pregunte con la voz entre cortada —me duele demasiado no saber si mi hermana murió por una sobredosis o la mataron— confesé mientras algunas de mis lágrimas recorrían mi mejilla
—No es fácil para ninguno de los dos, yo sé que no estás preparada para saber todo
—Lo estoy, lo estoy más que nunca— exclamé exaltada
—Estas rodeada de gente que estuvo implicada en la muerte de tu hermana y si alguno de ellos se llegara a enterar de que tú y yo estamos en contacto me van a matar
—¿Alguno de ellos? ¿Quienes son ellos?
—No puedo hablar— sabía que una cara de terror estaba dibujada en mi rostro— Émile llévatela— ordeno y enseguida alguien me jalo sacándome de ese obscuro lugar

Una vez fuera supe que Émile me había arrastrado para sacarme.

—¡No!— grite con el rostro empapado de lágrimas y un sudor frío que recorría mi cuerpo —¡No!— volví a gritar dándole unos cuantos golpes en su pecho —Émile tú no entiendes, tengo que volver— no me pude contener y lloré, grite y pataleé lo más fuerte que pude
—Tranquila— Émile me abrazo intentando calmarme —tranquila ¿si? Yo se que esto duele, pero descubriremos la verdad, todos lo haremos ¿o no Leah?
—Claro, asi será Olí, vamos a descubrir que diablos pasó con Holly

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No había dolor, tristeza, ni siquiera una gota de felicidad; era como morir en vida, porque así me sentía, muerta.

Me encontraba acostada en la cama de la habitación con la mirada perdida hacia el techo.

—Entró en estado de shock— explicó Émile
—¿Y es normal?— preguntó Leah, ambos me veían parados frente a la cama
—Manifiesta su dolor de esta manera, dejémosla descansar

Émile y Leah salieron de la habitación dejándole sola, yo seguí acostada en la cama mi mente repetía constantemente la platica con el desconocido.

"Estas rodeada de gente que estuvo implicada en la muerte de tu hermana"

Y todo comenzó a dar vueltas en mi cabeza, las notas, el día de la fiesta, y esa frase.

En cada uno de esos recuerdos estaba Thomas, en las notas y mensajes que había recibido me mencionaban en que tanto podía confiar en él, y luego estaban las fotos; fotos en las que Thomas me drogaba, y pensándolo bien, el drogarme fue el pretexto perfecto que utilizo para impedir que yo viera al desconocido.

Fue como si un balde de agua fría me cayera de golpe mostrándome todas las respuestas.

Thomas había matado a mi hermana, y esa fue la razón por la que regreso conmigo, tratar de impedir que la verdad se supiera.

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Okay, este capítulo me dejo con demasiada intriga.

¿Creen que Thomas sea el responsable de la muerte de Holly?

Los leo en los comentarios 💕