XXVI.

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Busque con la mirada a Leah y Emile, pero resultó inútil pues en toda la clase no los vi.

—¿Alguien podría decirme a los representantes de la literatura italiana?— preguntó el profesor mientras yo seguía buscando a Leah —¿podría decirme usted señorita Halls?— preguntó posándose frente a mi asiento

—Claro— conteste nerviosa— podría quizá ser Da...

—Si me dice Dante Alighieri le juro que la pongo a leer todos los libros en italiano de otros autores

—Podría ser Francesco Tetrarca— conteste con la voz entre cortada —quien influyó en escritores como William Shakespeare emm— dude de mi respuesta por un par de segundos —Nicolás Maquiavelo con su obra El príncipe pero sin duda uno de los más reconocidos es Dante, por su obra la divina comedia que fue sin duda una obra fundamental de la transición del pensamiento medieval al renancentista y es por eso que al decir literatura italiana todos piensan automáticamente en Dante

—Si puede ser— dijo el profesor con voz pensativa —o podría ser que vivimos en un mundo donde se cree que únicamente las grandes lectores son aquellos que leen a Shakespeare, Jane Austin, Oscar Wilde y podría seguir dando una gran lista de esos grandes escritores

—Es que no puede comparar a Oscar Wilde con escritoras como Verónica Roth— dijo uno de mis compañeros

—¿Por qué? ¿Por qué es mujer o por qué escribe novelas futuristas?— cuestionó mi profesor de literatura —se dice que solo aquellos que leen a estos grandes escritores— dijo refiriéndose a la primer lista de nombres —son verdaderos lectores, pero no importa que lean, a quien lean o en que lean, lo verdaderamente importante es que lean y desde el momento de abrir un libro, un cómic o un PDF de su celular se convierten en lectores, obviamente no todos los escritores son buenos y no se puede comparar una novela de Dante Alighieri con las de Markus Zusak porque para empezar son escritas en dos épocas totalmente distintas con conceptos para nada similares— giro su muñeca y al ver la hora nos dejo salir de la clase — se llevan como tarea la investigación del Boom latinoamericano— grito para que todos pudieran escucharlo —Olivia necesito que me esperes

Guarde mis cosas en la mochila y me quede sentada en mi lugar, no tenía idea de para que necesita mi presencia el profesor.

—He escuchado de la boca de tus profesores de otros años que te gustaría estudiar literatura— exclamó recargándose en su escritorio para quedar frente a mi lugar, que curiosamente se encontraba frente al escritorio

—Si— respondí vagamente —es una opción. Pero aún no se que quiero ser

—¿Qué quieres ser? Buena pregunta— exclamó llevando su mano a su cabello como si se lo fuera a peinar —podrías ser un unicornio o quizá un sapo... aunque a mi me gustan más los animales con alas como el búho— solté una pequeña risa con su comentario —eres un humano ¿no?— no espero a que respondiera y continuo hablando —no es que quieras ser, es que te gustaría hacer, no puedes pasar toda tu vida atada a un escritorio haciendo algo que no disfrutas, es mejor hacer lo que disfrutas y así no sentirás que estás atado— no supe que decir y me mantuve únicamente en silencio —mis palabras ante tu decisión no son nada, pero si alguna vez necesitas de un amante de la literatura puedes encontrarme aquí

—Aún no tengo decidido que estudiar no en que universidad, pero me interesaría literatura inglesa o quizá literatura clásica

—Tengo un par de contactos en algunas universidades que imparten esas especialidades, es difícil entrar... no se si has pensado obtener una beca por medio de algo

—Si— respondí rápidamente —entreno Taekwondo entonces e pensado en una beca deportiva

—Claro— mi profesor tenía comportamientos muy filosóficos porque pensaba demasiado las cosas, aunque por dentro moría de risa lo respetaba y respondía con seriedad —debemos ver las ofertas académicas de cada escuela, puedes irte Olivia

Guarde las cosas en mi mochila y salí del lugar, ya no tenía más clases pero tampoco tenía mi celular para avisarle a Thomas que ya había salido. Si tan solo tuviera mi celular todo sería más fácil, le podría avisar a Thomas o podría pedirle perdón a Leah.

Mierda. Como no lo había pensado antes. ¡Mi celular!. Corri por los pasillos lo más rápido que mis piernas y la gente me permitían, necesitaba llegar a las canchas antes de que Thomas terminará su clase de atletismo. Cuando por fin llegue estaba empapada de sudor, pero mi esfuerzo resultó en vano porque Thomas no estaba ahí.

—Vamos Thomas, ¿dónde estás?—  pensé en voz alta para mi con la respiración agitada. Pase mis manos por mi cabello rubio repetidas veces maldiciendo a Thomas por no estar en la pista.

Camine a los baños de mujeres para limpiarme el sudor que corría por mi frente, cuando por fin salí con el rostro mojado pero sin una gota de sudor me decidí a buscar a Thomas en el estacionamiento.

—¿A dónde vas Olivia?— preguntó Emile quien se encontraba caminando al lado mío

—Supongo que no te importa— respondí tangente

—Leah y yo salimos— dijo con seriedad —y no es algo que planeamos, ayer cuando nos marcaste buscando cosas en la habitación de tu hermana,  ella estaba en mi casa, planeábamos hacer la tarea juntos pero Olivia las cosas pasan, y Leah y yo...— no lo deje continuar y me detuve de golpe

—Escucha— exclamé lo más delicada que pude —ninguno de los dos me tiene que dar explicaciones, no te miento que antes de Thomas tú eras como mi ideal de un príncipe azul, pero eso fue años atrás y tú y yo nunca llegamos a nada... y si tú y Leah son el uno para el otro yo no me pondré en medio, ademas— dije dándole un leve golpe en el pecho para llamar su atención —Thomas es mi novio, ahora acompáñame a buscar a Leah que tengo algo que decirles

Juntos caminamos al estacionamiento y desde lejos vi a Thomas recargado en su automóvil junto a Leah.

—¿Qué hace Leah con Thomas?— pregunté —pensé que no lo soportaba

—Y no lo soporta— dijo Emile mientras seguíamos caminando, cuando Thomas me vio apago su cigarro y tiro la colilla al suelo

—Los busque por toda la escuela— dije para ambos —perdón Leah— exclamé esta vez dirigiéndome a Leah —estaba alterada y quiero que sepas que no me molesta el hecho de que estes con Emile, al contrario... yo me alegro— sin decir nada Leah me abrazo y yo respondí si abrazo de igual manera. Unos segundos después me separé de Leah y seguí hablando —¿qué hacen todos juntos?

—La paz es el camino según Mahatma Gandhi— dijo Thomas —además te prometí que te ayudaría con lo de Holly y junto a ellos será más rápido

—Claro— dije alargando la "o". Estaba confundida por el cambio de actitud tan repentino de Thomas y Leah —sobre eso... hay algo que necesito contarles

—¿Qué les parece si vamos a mi casa?— propuso Emile —podremos ponernos de acuerdo ahí... y seguro y tranquilo— todos aceptamos

Nos subimos al carro de Thomas, él manejaba y yo iba sentada de su copiloto; Leah y Emile iban en el asiento de atrás, pude observar en el retrovisor durante el camino lo feliz que ambos lucían.

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Mañana no habrá actualización 🥺
Y no se si esta semana pueda actualizar ya que atravieso unos momentos un poco difíciles

Me gustaría leerlos en los comentarios 💘

Caóticos [Peligrosa obsesión]Where stories live. Discover now